Ayer el programa de los muertes vivientes en Telecinco, “Más allá de la vida”, lo vieron un 20% de telespectadores. Un lujo para los muertos. Yo no lo vi, y ahora me fastidia no saber de qué bodrio iba este programa de muerto que encima tuvo éxito.
Es que igual es posible hablar con los muertos y no me enteré. ¡¡Jope!!
Todos tenemos a personas fallecidas con las que hablamos de vez en cuando. Pero en la intimidad. Y una cosa es ese ejercicio personal de terapia de grupo en silencio entre dos y otro es sacarlos en televisión para que hablen para todas y todos. Algunos con los que yo hablo por las noches me darían dos patadas en las nalgas si se enteraran de que veo estos programas de muertos, así que no lo vi.
El morbo estaba servido con la nieta de Franco y su intento de querer hablar con un difunto. Ella, que por desgracia —para ella— tiene a varios familiares cercanos ya fallecidos tenía donde elegir. Pero lo guay hubiera sido que intentara hablar con su abuelo, y en directo, y en los alrededores del Valle de Los Caídos para darle más posibilidades. Si lo hubieran anunciado así, con guija y todo, pues igual llegaban al 40% de audiencia. Yo no me imagino mejor ejercicio de tele realidad mentirosa. Aun lo intentarán, seguro.

Otra ración de bazofia consumida con locura, la prueba de que los españoles tenemos lo que nos merecemos.
ResponderEliminarPero es que resulta increible que haya mentes capaces de pensar estas cosas con lo que cuesta montar algo nuevo.
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