Hoy mi santo ha tenido que hacerse análisis de sangre, como tiene pocas cosas pues ahora le está saliendo una urticaria por las manos y la cara que ya le salían cuando era joven. Vuelve poco a poco a la niñez, je, je.
A ver si en cuenta de jubilarlo y llevarlo al centro de día chocheando, lo tengo que llevar a la guardería.
A lo que iba, que dentro de poco nos haremos nuestros propios análisis en casa, seguro. Ahora aparte del tarrito para la orina (especial) te dan también un tubito de cristal para que tú lo llenes en una operación de vacío que a algunos abueletes les cuesta entender. No sé si es por no infectarse al hacer ellos el traslado o es para adelantar el tiempo o es para ahorrarse mano de obra.
Hemos empezado por modificar la orina, luego seguirá la sangre, nos darán un cursillo y hágaselo usted mismo. Ya no tendremos que hacer filas, con lo que les gusta a la gente hacer filas, lo bien que viene para desahogarse, y quejarse de los médicos mientras esperas. Claro que si sirve para que todo se acelere y no tarden tanto a darte el resultado pues nada, que viva el autoservicio a uno mismo.
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Quiero recordar que hoy es el día contra el cáncer, esa enfermedad que no avisa hasta que esta bien presente. Y que por desgracia la tengo muy cerca, pero sé que con mucha voluntad y valentía para afrontarla, se puede curar, claro que se puede curar. Animo a todas y todos, hay que seguir luchando, esto es una guerra más que nos pone la vida, pero que mi yerno la va a ganar por goleada.
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