11 ene 2014

El Palau de la Música de Barcelona se me queda sin ver, por tonta


Ya voy de vuelta de unos días en Barcelona. Muy guapa en calles estrechas llenas de tiendas curiosas, aunque en Museos le gana Madrid. 

Ya nos íbamos a la estación cuando por casualidad hemos descubierto el Palau de la Música. Tonta, tonta, tonta. ¡No pensé en él! 

Es un edificio modernista guapísimo que no hemos podido visitar por el tiempo que nos quedaba aunque hemos entrado en la cafetería y es una gozada. Hay actuaciones casi todos los días, clásica o contemporánea, coros o solistas. 

Así que ya tengo excusa para volver antes de que acabe 2014. No es barato pero sí hay variedad de precios, desde 16 a 65 euros la actuación de hoy con Las Cuatro Estaciones de Vivaldi y algunos extras.  

(Y efectivamente volví y me quedé sorprendida)

Escribo desde el tren, que aunque no hay wifi a mi santo los Reyes Magos le han traído un aparato con señal. Estos Reyes si que son Majos y no los otros Reyes que nunca nos traen nada, que no sean cuñados o yernos jetas. En fin.

Por cierto, hemos encontrado de casualidad el Palau de la Música por que mi santo iba buscando un mercadillo de barrio para comprar chorizos y quesos, que aunque le gusta la música clásica, entre Vivaldi y unos quesos picantes, prefiere los últimos. 

Es un morricos. 

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