1 ene 2014

Un beso para vosotros y otro para el año recién nacido

Hemos empezado el Año Nuevo bien. Ayer me tomé las uvas sentada con las piernas en alto para no tocar el suelo, puse el anillo de oro de mi santo en la copa del cava (el mío se ha quedado pequeño), llevaba camisa roja, el mantel también era rojo, se me olvido quemar los malos momentos pero es que como ya casi no los recuerdo, pues por eso se me olvidaron. En fin que hice casi de todo; ahora haber qué nos depara el año.
De momento veremos si nos toca la lotería del niño, e ir pensando en los viajecitos que suelo hacer. Mi santo me ha dicho que este año sin falta me lleva a NY, creo que el cava le tocó alguna neurona, pero yo le he tomado la palabra.
Y por lo demás pues bien, comí las viandas que hicieron mis hijos, todas muy buenas,  bailé, canté, bebí —poco—, y fumar no, que eso no me va nada desde una vez que me fumé en mis años mozos un Fortuna y me sentó fatal de la muerte y ya no he fumado más.
 Y ahora a comer y cenar todas las sobras que nos han quedado como a la mayoría de los mortales, todo para los días que quedan de semana.
No he hecho propósito de nada por que como luego no se suelen cumplir ¿para qué los vas hacer? Lo de perder peso sí lo tengo que hacer sí, sobre todo por mi glucosa, para que no me suba más de lo que ya esta.
 Y con esto y un…, beso grande para tod@s, hasta pronto.

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