Mirando por la ventana siempre ves cosas curiosas. Hay que mirar más, abrir los ojos y observar con ganas.
Hoy un hombre venia con una cartera grande y una señora iba al contrario con el carrito de la compra. Una vez que se cruzan, después de dar dos pasos, se paran empiezan a palparse por todo mirándose bien los bolsillos, la cartera, el carrito, y después de un rato pensando donde lo habrán dejado, se dan media vuelta y…
—!Andá, los donut!
No creo, habrá sido un:
—¡Andá la cartera!
Aunque tampoco por que esa la hechas en falta cuando vas a pagar.
—¡Andá!, el paraguas, que esta lloviendo.
No, por que eso no se mira en los bolsillos,
—¡Andá!, el móvil
Ese elemento que no sabemos pasar sin el. Me imagino que el señor lo necesita para trabajar, echar la bronca al menos necesitado de aguantar broncas o dar el coñazo con algún seguro; y la señora que va a comprar con su carrito…, para llamar a la amiga y contarle lo bien que se lo había pasado el fin de semana. Llamar a sus padres y ver si están bien, llamar al marido y decirle cuanto lo quiere, o será al revés. El hombre llamará a la familia, a la mujer y ella lo empleará para despotricar contra alguien.
Eso nunca lo sabremos. De momento, con los adelantos que hay, dentro de poco podremos seguir a la gente con la mente o mirando por el pescuezo (que es eso que tenemos por detrás de la cabeza), y nos enteremos de lo más interesante. ¿Que es lo que se habían olvidado?

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