15 may 2011

En las fiestas estamos acostumbrados a sufrir por tontos

Creo que a las comuniones, bodas y bautizos, y en definitiva todo lo que suene a fiesta familiar, deberíamos ir cómodos para poder pasarlo bien de verdad. Pero no, somos unos “masocas” y aparte de ponernos nuestros mejores vestidos, nos ponemos los zapatos nuevos y de tacón, buen tacón, para parecer mas alta.
Hoy he visto a una señora (gruesa de los nervios como yo) que iba de Primera Comunión; eran las 11 de la mañana, todavía no había llegado a la iglesia y ya se le notaba que andaba mal.
De vuelta de dar mi paseo de media mañana me la he vuelto a encontrar ya después de salir de la celebración religiosa y ya llevaba sus zapatos con la tira de atrás suelta. Me imagino que terminará con los zapatos en la mano.
¿Pero por que somos tan tontos para castigarnos nosotros mismos si ya nos castiga la vida por si misma?
¿No vas a pasártelo bien?, pues chica, disfruta del día, ponte zapatos cómodos, no digo que las zapatillas de casa, pero ahora vendes unas merceditas(zapato plano) que los hay majísimos, pues ¡coñe! si no estás acostumbrada a llevar zapato de tacón y encima estas gruesa de los nervios, ¿para qué sufrir?; y no ya ese día, sino los días siguientes que son peores por que llevas el pie lleno de ampollas y entonces si que tienes que ir con alpargatas. Si quiere que sufra el comulgante, que haga él la penitencia, pero tu ya has hecho la penitencia de ir sin ganas, de juntarte con gente que no te apetece nada y encima hacer el regalito, que no es por el precio sino por que no sabes qué regalar ahora que ya los chavales tiene de todo.
Yo esto de las actuales comuniones y bodas, como que no lo veo bien; comulgar sí, pero sin tanta parafernalia costosísima. Claro que como dice el dicho, para presumir hay que sufrir, aunque no esté de acuerdo ¡eha!

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