Era una manifestación para abuelos, pues la hicimos a las 10,30 de la mañana de un sábado. Y claro, los jóvenes, incluidos mis hijos, a esas horas están durmiendo con las tripas desparramadas. No era caso que se levantaran para un tema de viejos.
Aunque bien pensado, estas pensiones de hoy les afectan y mucho a ellos, pues cuanto menos cobremos menos les quedará, y además de estos barros beberán ellos cuando les toque.
Mis primeras manifestaciones fueron en los años 70. Yo ya pensé que esto había sido una moda pasajera, pero veo que no, que a la vejez viruelas y que vuelven, volvemos, a tener que quejarnos como en los tiempos del enano.
La del sábado fue lluviosa, pero estábamos igual, pues con paraguas nadie se moja. No nos hará caso el Mariano, pero por lo menos no quedamos como tontos ni como borregos. Se podrán reír de nosotras, pero tendrán que fruncir el cejo.
Mis primeras manifestaciones fueron en los años 70. Yo ya pensé que esto había sido una moda pasajera, pero veo que no, que a la vejez viruelas y que vuelven, volvemos, a tener que quejarnos como en los tiempos del enano.
La del sábado fue lluviosa, pero estábamos igual, pues con paraguas nadie se moja. No nos hará caso el Mariano, pero por lo menos no quedamos como tontos ni como borregos. Se podrán reír de nosotras, pero tendrán que fruncir el cejo.

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