Querida persona muy querida;
Hay que quererse uno mismo —lo primero— para que los demás te quieran.
Hay que respetarse para que te respeten.
Hay que hacer las cosas sin esperar nada a cambio.
Hay que perder esos miedos que son fantasmas.
Hay que querer a los que te quieren sin pedir que te quieran.
Cada uno quiere como sabe.
Cada uno tiene que vivir su propia vida sin fijarse en los demás.
El dinero no hace la felicidad (ya sé, es una parte de ella).
Hay que recordar los buenos recuerdos, los malos se tirar a la papelera.
Si un día sale malo, no tiene que ser así al día siguiente.
Cada uno tiene que buscar su propia felicidad.
No pensar que la gente no te entiende; te entienden mejor de lo que uno se cree.
Todos tenemos días malos y peores, pero después de la tempestad viene la calma.
Siempre, después del invierno viene la primavera.
Pues así es la vida, nuestra vida, y la podemos vivir como queramos. Pero si no lo hacemos, si no vivimos por nosotros mismos, ¿por quien lo vamos hacer? A veces, se nos poner unas telas de araña delante de nosotros mismos que esperamos que los demás nos las quiten, pero que como los demás no las ven —solo las ves tú—, no te las pueden quitar. Tienes que ser tú mismo quien te las quite, pues solo las ves tú. Hoy hace un buen día (demasiado calor para mi gusto); disfrútalo, pero disfrútalo tú, no esperes que los demás te hagan disfrutar. Tenemos que pensar primero en nosotros mismos, después también, y al final dejar un poco para los demás.
Y piensa que si tu estas triste, los demás al verte también. La vida es como una rueda, y que solo nosotros la tenemos que rodar, pues ¡¡coñe!! hagámoslo lo mas fácil posible ¿no?.

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