Zapatero dimite para poder ver Sálvame por las tardes en el sofá

Por fin ha terminado el programa “Supervivientes”. Y ha ganado la que queríamos casi todos desde el principio. La Rosa Benito.

¿Pero de verdad se lo merece?

Pues visto lo que estoy viendo hoy por la mañana (yo ayer no aguanté toda la gala, que ponen horarios para desempleados y ociosos con poco sueño), creo que tenía que haber ganado la chica anónima. La Rosi.

Por eso de que hay que estar con los tuyos, con los normales y anónimos y no con los famosetes de salir en la tele a contar sus tripas.

Dinero nos hace falta a todos. Y que la Rosa lo ha hecho bien, pues si, ¿pero hubiera ganado la ganadora si no fuera porque está todas las tardes en la tele y sus compañeros le hacen la vida imposible?

El que te fastidien todas las tardes es lo que nos ha hecho que le tuviéramos mas simpatía de la que realmente se merece. Espero que no se le suba a la cabeza, porque ayer estaba muy crecidita. Ahora, me gustaría haber visto la cara que habrá puesto la Rosa cuando su marido le haya contado lo del Ortega Cano y todo lo que se ha comentado de su historieta con Montalvo.

Seguiremos viendo y comentando. Es lo que tienen los de Telecinco, que nos han pillado por la parte de las historias reales o ficticias y nos tienen sentadas en las sillas, para ver si se matan entre ellos o si sufren todavía más que nosotras.

Buenas vacaciones para el que tenga la suerte de irse, donde quiera, y no os preocupéis, que yo me quedo cuidando España, ahora que hasta Zapatero se ha cansado de trabajar, más que nada para poder ver por las tardes el Sálvame, tumbado en el sofá con su santa, en vez de estar pendiente de esas primas de los Alemanes, que según me cuenta mi santo, son peligrosas.

La Duquesa de Alba y su palacio; para estar cabreada cuando me acuerdo

Como ya he dicho he estado en Madrid. Y pasé por la casita, mejor dicho, caserón de la Duquesa de Alba, más llamado como Palacio de Liria. Se pasa por la puerta si se va al Conde Duque a ver exposiciones, no vayáis a creer que fui a ver ese bodrio, monumento al ¡¡jope!!

Vaya casica que tiene la señora; la de Sevilla también la he visto en directo, pero creo que esta de Madrid es mucha mas grande. Tiene un pedazo de jardín que ya lo quisieran algunos barrios o pueblos como parque público. Y digo yo, que soy muy ignorante, ya sé que es duquesa, marquesa o lo que sea, pero para qué narices hace para tener tanto.

Luego nos metemos —o se mete la gente— con los políticos: que si tienen, que si no tienen que si qué bien viven.

Y esta señora ¡¡¡qué!!!, ¿nadie se mete con ella?, al contrario, la alaban, la jalean. Se nota que no me cae bien, pues si, no me cae nada bien. No sé por qué los indignados no se van a las puertas de ese palacio céntrico en el Madrid más caro y acampan allí.

Entiendo y aplaudo que se metan con los bancos, con los políticos, pero y… ¿todos estos que viven también a costa de mucha gente humilde que les cuida los castillos y los campos que tiene por toda España?

Y de las entradas que cobra por entrar en sus castillos, que esa es otra. Que yo estuve una vez en un castillo suyo por la provincia de Segovia y tuve encima que darle una pasta para que se siga comprando sombreros, qué vaya dolor me entró.

Bueno, no sigo que me caliento, y escribo cosas que no debo. Pero con esta señora estoy muy calentita. Y que coste que a mi, personalmente no me ha hecho nada, solo cobrarme las entradas y obligarme a tener que subir unas escaleras cada vez que voy al Conde Duque,¡me cago en sus jardines!, qué día llevo hoy, oye.

Os dejo una imagen de sus "casica de Alba" para amargaros más la mañana.

Fin de semana de teatro. Es una maravilla el teatro, lo sé.

Ya estoy de vuelta de Madrid. Y estoy cansada como nunca he estado. Qué bonito es viajar, pero qué cansado es a la vez. ¿Se puede estar vieja con 55 años?, creo que tengo que curarme de esto, pero rápida.

La próxima vez tengo que convencer a mi santo para que me lleve algo así como a una playita cercana y tranquila. Ya estoy un poco mayor para muchos trotes. El caso es que el enfermo es él, pero creo que nos está engañando, por que aguanta más que nadie.

También es verdad que con el montón de pastillitas que toma, a saber qué es lo que se toma. La verdad que cada vez que vamos, nos encontramos con un Madrid distinto. Esta vez nos ha tocado “teatros”.

Hemos estado viendo dos obras musicales e las antiguas. Sin querer buscarlas dos musicales; bueno una era un sainete de los hermanos Álvarez Quintero, ósea tipo zarzuela, con Francisco Valladares entre otros, que esté el hombre para su edad que muy bien. Las de Caín, se llama la obra.

La otra la historia de Maki Navaja, con Luis Tosar en tipo Ópera, y las canciones en gallego. La Ópera de los 3 Reales, se llama la obra.

Un poco larga para mi gusto, tres horas sentada. Ahora, los actores, tanto en una obra como en la otra actúan muy bien, incluso o por ser desconocidos la mayoría de los actores.

Y ahora se me viene lo mejor, mecachis; recoger un poco todo y preparar la comida que vienen mis hijos a comer.

Como veis descanso a tope. ¡Qué duro es ser mujer de las antiguas!, y no saber ser de las modernas y exigir a los demás que hagan lo mismo que yo. ¡¡¡Jetas!!!

Estoy en Madrid conquistando la libertad

Estoy en Madrid descubriendo teatros y mercadillos. Mi santo marido no sabe salir de Madrid, es un poco sencillo en sus gustos, aunque en Madrid siempre descubrimos cosas nuevas.
Estoy en un Vips mientras me tomo un desayuno andalud y en la otra mano con el iPad de mi santo, que me lo ha dejado un rato. Qué inventos, dios!

Hoy cumplo mi primer año de vida. Y ya sé leer y escribir.

Pues nada, que ya tengo un añito de mi “nueva” vida. Y no veáis lo lucida que estoy, cómo he crecido a la lato y a lo ancho en estos 12 meses de vida.

Hoy hace un año del fatal accidente que tuvimos mientras íbamos a Burgos por la autopista. Me acuerdo como si fuera ahora mismo. Las palabras que le dije a mi hijo por teléfono.

–¡¡Hay!!, cariño hemos tenido un accidente. estamos bocabajo y el papa está sangrando y no me responde.

Recuerdo el interrogatorio que le hacia a mi santo dentro del coche, que el pobre no sabia donde estaba, más de media hora sin conocimiento mientras yo pensaba en lo peor.

Pero bueno, todo ya es pasado y quitando el ojo de mi santo. que sigue igual de idiota, viendo torcido todo lo que ve, lo demás va bien. Dice que ahora ve todo más de izquierdas, que el ojo derecho ya no le funciona y que es por eso.

Un día más para celebrarlo, ya que en esta casa cualquier escusa es buena para preparar una comilona, con la familia y amigos.

Había pensado escribir muchas cosas, pero la verdad, solo voy a dar las gracias a los que nos atendieron, tanto en la carretera, gentes que pararon a darnos ánimos, a la Guardia Civil, a los bomberos y a los médicos y enfermeras que nos atendieron en la carretera, como a toda la gente del hospital de Logroño.

Por supuesto a mis hijos que nos dieron todo su ayuda y cariño, y a unos buenos amigos, que perdieron un viaje a Roma para poder traer a mis hijos hasta Logroño y estar todos juntos con nosotros todo el tiempo, hasta que nos dieron el alta al día siguiente.

Y por supuesto a los cuatro Ángeles que sujetaron las ruedas (un ángel por rueda) para que el coche no se escachara más y nos aplastara.

Creo que cada uno tenemos nuestra hora, ese día por suerte no era el de marcharnos de viaje para siempre.

Un consejo, por favor. A nosotros nos salvó el cinturón de seguridad. Os lo digo para que se sepa.

Somos unos borregos a la hora de saber juzgar

A veces somos un poco hipócritas, sobre todo cuando no nos afecta a nosotros las cosas. ¿Cómo se puede ir a la puerta de un hospital para aplaudir a un señor como Ortega Cano, que aunque él no quisiera hacerlo, sucedió lo que la mayoría de la gente sabemos?

Produjo un accidente que el señor fallecido, sin comerlo y sin beberlo, es el que pago el pato, y él, el famoso, que sí bebió más de la cuenta y se lo llevo por delante y que aunque ha estado entre la vida y la muerte, ayer salio del hospital; pues que parece que había hecho una de sus buenas corridas por el recibimiento de la gente. ¡Borregos!

¿Qué pensarán los familiares del fallecido, qué cara se les habrá quedado si han tenido arrestas de saber que lo aplaudieron?, creo que bastante peor de la que se me quedo a mi cuando vi el espectáculo. 

Me imagino que la misma gente esa, que aplaudía en la puerta del hospital, habrán dicho que lo pague, que lo pague bien; o al menos eso quiero pensar.

Pero vamos, que el aplauso se lo llevó.

¿Y por qué me pregunto yo?

Es que lo no entiendo

¿No pudo salir por detrás y en una ambulancia hasta su casa?

Y no que encima, salio dando pena, en silla de ruedas, que lo tuvieron que meter como pudieron en el coche, todo demacrado —normal después de tantos días ingrasado—.

Pues tengo que decir que a mi no me dió ninguna pena.

Si me dio pena de ver la gente que estaba allí y que aplaudieron. Yo no digo que lo abuchearan, pero si que hubieran pasado de él como si fuera una persona desconocida. Claro que tengo que reconocer que todos estos días tampoco ha pasado como un desconocido.

Así que es este país, dependemos del dinero que tienes para que te traten bien o mal.  ¡Borregos!

¿Por qué los hombres son tan cabezudos?

Hoy he tenido una buena discusión con mi santo cabezón. Todo por unos garbanzos. Y de frasco, para más jodernos todos.

Que si lo hacíamos así, que si los prefería asá, que si no me entiendes, que si no me explico. En fin hasta mi hijo ha intervenido —en defensa mía— que una madre es una madre.

Aunque luego, al final, los que hemos llorado y nos hemos sentido mal por lanzarnos contra el santo cabezón hemos sido los dos.

Al final he hecho los garbanzos como yo decía. Han salido buenos y suficientes, para los tres. Pero el puñetero de él, del cabezón de la sal, no me ha dicho ni ¡mu¡.

¿Por qué siempre tienen que tener razón ellos y ser los mas listos y nosotras —en este caso yo— quedarme con el remordimiento de estar siempre equivocada.

Todavía estoy esperando que me digan cómo estaban.

De todos modos a veces estamos nerviosos y discutimos por cualquier tontada, y creo que este ha sido el caso. No lo digo por el caso de los garbanzos asesinos, lo digo en general; a veces cualquier tontada hace que saltemos y digamos cosas que no debemos ni queremos decir.

En fin todo ha quedado claro y los garbanzos en la buchaca.

Y estamos como antes de hacer los garbanzos pero con menos hambre y con más malas caras.

¿Pero a quien se le ocurre hacer garbanzos en pleno mes de julio y con el calor que hace? Me pregunto yo.

Y encima eran garbanzos con callos de ternera con callos, ahí queda eso, con dos ganas bien puestas. Igual es que no quería comer tripas de cerdo por lo deque lo que se come se cría. :-)

De momento le haré cariñines para acercarme a él, que igual he sido un poco cabezona también.

El Camping Zaragoza debe mejorar. Y mi cuñado también

Pero que poco exigente es la gente; a veces les tengo hasta envidia de los conformados que son.

Ayer estuve en el camping municipal de Zaragoza. La verdad, y aunque sea yo de aquí, no lo recomiendo. No tiene nada de sombra, solo unos pocos árboles en la piscina, piscina esta, que la de cualquier barrio de mi ciudad está mucho mejor. Bueno, mucho, sigue siendo poco. ¿No saben que la hierba es un obligado en las piscinas y debe estar cuidada y no como si fuera un campo tras pasar un rebaño de ovejas?

Los bungalow son mas bien pequeños, solo tienen una buena cosa, aire acondicionado, pero el porche, no tiene nada de sombra y le pega encima el sol desértico, pero bien.El que le tocó a mi cuñado estaba en la zona más a la derecha de la foto, pero por ejemplo no tienen acceso a los árboles que se ven en la foto, que es el Canal Imperial que pasa allí mismo, pero al que no se puede acceder.

Y pensarais, pero si yo vivo en Zaragoza ¿para qué voy al camping?

Pues muy sencillo; mi cuñado —ósea, ahora mi casi hijo cincuentón, adoptado— se ha ido dos días allí con su hijo, ¿que para qué? no le he querido ni preguntar. Dijo que para hacer turismo ciudadano ¡jope como llaman ahora al sufrir!

El caso que nos invito a comer ;-) en el restaurante, y como no sabemos decir que no, pues allí que nos fuimos mi santo y esta servidora. Primero en autobús y luego en taxi, todo una excursión, y no digo la vuelta, que esa fueron dos excursiones.

¿Y el precio?, pues esa es otra, 100 euros al día por el Bungalow, y encima el restaurante era carísimo. Un menú de 18 euros de lo más normal.

En fin que fue un día redondo, de esos que no te gusta ni recordar, si no fuera por que así os lo puedo escribir, por eso no ha estado mal del todo el viaje, por que así lo hemos visto y podemos opinar sobre él.

Aparte de mi cuñado había mas gente, en caravanas; incluso de Zaragoza por la matrícula, que ahí dentro si que debía hacer calorcomo para envasar y venderlo a los esquimales; pues con todo el calor que hacia, la gente estaba en la calle, eso si, debajo del avance o toldo. Quien no conozca el calor del verano en Zaragoza a las cinco de la tarde le parecerá esto una quejica más, pero es que en el desierto a esa hora, ¡jope!

Por eso digo lo de “qué poco exigente es la gente”, por que si yo estoy mucho mejor en mi casa, que pasando ese calor insoportable, ¿para qué me voy?.

Y los mosquitos, ¿que decir de los mosquitos que son como gallinas de grandes?, mi sobrino iba acribilladico de picaduras en una noche, y los entrebrazos gordos como morcillas de las rosetas. Como veis lo pongo bien, por si alguien había pensado venir, yo aquí dejo mi testimonio. Ya me fastidia hablar mal de mi propia ciudad, pero debo ser sincera ¿no?

Mi hijo me lleva avisando varios años. Las acelgas son malas y las espinacas más

Ahora nos avisan por la tele que el atún, el pez espada, la acelgas o las espinacas son malas para la salud. Da igual si nos dicen que lo son para los niños y no para los adultos, pues el miedo ya está incluido en el precio y las ganas de comprar bajan mucho.

Si después de saber que los pepinos o las semillas de soja podrían hacernos doblar las tripas, ahora nos viene con peces y verduras. ¿Pero por qué?, ¿se han enterado de golpe que todo esto es muy malo para las tripas o para la sangre?

Si de verdad son malos para los niños, yo creo que nada mejor como dar una indicación a los pediatras, y no empezar a salir en la tele para confundir más que aclarar. Nos han metido miedo ¿y ahora qué?, bueno, al menos el atún, las acelgas y las espinacas bajarán de precio.

Mi hijo ya me ha dicho: —Lo ves, ya te lo decía yo, las acelgas son muy malas y las espinacas más—; mi hijo ya lo sabia y se negaba a comer esas verduras y otras. Pero para mi que no era por el mercurio sino por que prefiere la pasta, el arroz o las patatas, el muy villano.