Comida de Viernes Santo. Ayuno y abstinencia

Hoy es Viernes Santo, así que toca ayuno y abstinencia, y como estamos todos bastante enfriaduchos y tenemos pocas ganas de nada nos hemos repartido el hacer la comida y ha salido muy bien. 

Mi santo el primero: alcachofas rebozadas y atún escabechado con cebolla como tapas de entrantes; el segundo plato lo he preparado yo, albóndigas de bacalao con tomate, para chuparse los dedos, pero no nos los hemos chupado porque queda un poco mal, además hoy hay que comer lo justo.

Y el postre la ha hecho mi hijo, nos ha cocinado lo tradicional en estos días, unas torrijas que esas si que estaban buenas, ni yo misma las hago mejor.

Creo que este chico ha confundido sus estudios y tenia que haberse dedicado a la restauración, restauración de cocinar y comer que no de restaurar nada viejo. Vaya buenas que le han salido, estoy a dieta (por cierto ya he perdido dos kilitos)  pero no me he podido resistir a comerme dos. Tenían secreto que por supuesto no nos ha dicho.

Se nota que sus bisabuelas  eran cocineras de marqueses, condes y cosas de esas. Y así me han salido los dos, unos buenos cocinillas.  Lo que valdría hoy un libro de notas de aquellas abuelas cocineras de grandes salones de ricos aragoneses. Pero aunque sabían escribir las dos, no tenían tiempo entre fogones e hijos. Hace 80 años también trabajaban las mujeres.

Contaban que cuando los años del estraperlo, se traían pan y huevos entre las faldas para dar de comer a sus hijos. Qué años.

La Semana Santa de Zaragoza, un lujo muy serio

Ya he conseguido los toques de los tambores de la cofradía de Semana Santa mi yerno, llamada del Prendimiento del Señor. Aquí os dejo unos pequeños toques para que escuchéis los tambores de Zaragoza. Os aconsejo que lo escuchéis con cascos que es como mejor se siente.

En esta cofradía suelen desfilar unos 600 cofrades aunque forman parte de la cofradía más de 1.200 personas. Solo en tambores hay unas 500 personas tocando a la vez. Es de las cofradías modernas de Zaragoza pues solo tiene 65 años. En total hay 24 cofradías.

La más antigua es la Muy Ilustre, Antiquísima y Real Hermandad de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y Madre de Dios de Misericordia, conocida como la Hermandad de la Sangre de Cristo. Y aquí hecho mano de mi santo que se sabe muchas cosas de Zaragoza, para contaros que esta cofradía solo tiene 52 miembros, todos hombres y uno por cada semana que tiene el año.

Desde hace 800 años desde que se tiene constancia, posiblemente es anterior, es la Cofradía que tiene la obligación de recoger los cadáveres de las personas muertas en la calle, en situaciones violentas o solos en su casa. Acuden con la autoridad judicial pero son los miembros de esta Cofradía quien con una furgoneta especial recoge los cadáveres. Cada semana del año un miembro de la misma está de guardia para ser quien acompañe a los funcionarios y se haga cargo del cadáver.

Estos cofrades no cobran nada por su trabajo, y el Ayuntamiento de Zaragoza destina una cantidad al caño para pagar al camillero y al conductor más la gasolina, pero nunca para el sueldo de los cofrades que dedican una semana al año a esta labor de recoger los cadáveres.

Solo se ejerce esta labor en el término de la ciudad de Zaragoza tras muchas peleas con el Gobierno de Aragón para regular esta tradición de más de 800 años, que estuvo a punto de perderse con las reformas legales de los últimos años.

Esta cofradía es la que organiza la procesión del Santo Entierro, que el Viernes Santo sale por todo el centro de Zaragoza, desfilando las 24 cofradías con sus pasos. Le corresponde el honor de organizar la procesis pasos que salen en la procesiones.len en la procesir la procesio de Zaragoza, desfilando las 24 cofradecoger los cados de estaón por ser la más antigua de Zaragoza.

Es también la dueña de todos los pasos que salen en las procesiones. Tras la Guerra de la Independencia, en el Segundo Sitio de principios del año 1809, se destrozaron todos los pasos de Semana Santa que se guardaban en una única iglesia, en el centro de Zaragoza, en lo que ahora es la Plaza de España. Todos los pasos menos uno. El Cristo de la Santa Cama, que sigue desfilando cada año.

Ya estamos en Semana Santa

La primavera ya esta aquí y con todas su consecuencias. Los árboles con sus flores, el calorcito en las playas, la gente vestida de colores vivos, y como no, nuestro amigo el enfriamiento primaveral. “La primavera la sangre altera” dice el refrán, y a mi se me ha alterado todo. Los mocos la tos, el dolor de cabeza, el sueño, creo que no me olvido de nada.

Y no es esto lo malo lo malo que como es normal he empezado yo (llevo dos días) y ya me están imitando mi santo y mi hijo; qué envidiosos son. Así que con lo que me gusta a mi ver las procesiones de Semana Santa, que dicho sea de paso, en mi ciudad son muy bonitas y no tienen que envidiar a las andaluzas, me va a tocar verlas por la tele y no es lo mismo. En serio, la Semana Santa de Zaragoza es especial, súper saturada de gente en todas la procesiones, desde hoy Domingo de Ramos hasta el Sábado de Gloria. Más de 20 hay. Algunas con más de 4 horas de duración. Pero ya vale de publicidad gratuita, je, je.

Y es que donde estén esos tambores a centenares, tocados con fuerzas por los cofrades…, es que no tiene precio. Ese sonido que te entra por todos los poros de la piel, bueno mejor dicho por los oídos, es que te ponen los pelos de punta, realmente es lo que me gusta de las procesiones, los sonidos de los tambores. Llega hasta el estómago.

Creo que mi santo esta haciendo como que se le he pegado el enfriamiento, por que a él, eso de estar dos horas de pie esperando la procesión, como que no le va mucho. He pensado (que seguro que lo hay) en grabarme el sonido de alguna cofradía, digamos que la de mi yerno, ya que toca el timbal en una, y ponérmela de vez en cuando y no esperar a escucharlas una vez al año, y encima estaré sentadita, y sin pasar frío.

Buena idea, se lo diré a mi hija que de eso entiendo mucho, bueno de tambores, procesiones y muchas cosas más.       

Màxim Huerta y su libro Una tienda en París

Pues otro libro que he terminado de leer. Jope, qué guay. Cuando lo empecé me pareció un poco soso y aburrido y estuve apunto de dejarlo, todo hay que decirlo, pero menos mal que no lo hice y continúe leyendo. Es el libro de Màxim Huerta “Una tienda en Paris” me ha gustado mucho, es de los que te engancha y en cuanto tienes un hueco te pones a leerlo olvidándote de todo. Son dos historias en una, pero no os cuento nada para que el que quiera leerlo lo haga. Ya digo que al principio se hace un poco pesado, pero luego lo lees casi de un tirón, cosa que no me suele pasar a menudo.

 Ya tengo otro preparado que me ha regalado mi hijo, también trata de Paris, y aunque hoy sea el Día del Padre, ha habido regalos para todos; para mi santo macetas para su huerto, suyo pero que le cuido yo. Pero ese es otro tema; dice que así me entretengo; tiene un morro que se lo pisa, pero la verdad es que tiene razón, cuando me aburro me subo a la terraza y siempre hay que hacer algo, regar, quitar hojas muertas, bueno esas cosas que se hacen cuando tienes cien macetas.

A lo que iba, que os recomiendo el libro del Màxim Huerta, pero ojo, que en los libros pasa como en los vinos o como con los hombres, que a cada una nos gusta uno distinto.

Patio de la Barcelona modernista más actual

Hemos estado tres días en Barcelona. Tres días intensos, de andar y ver cosas nuevas. Siempre encuentras alguna novedad en Barcelona por muchas veces que vayas a esta gran ciudad. Esta vez hemos visto unos patios de casas, muy guapos, modernistas pero no de los más conocidos, algunos incluso con grandes y hermosos jardines interiores.

También hemos observado como hay gente buena, que por la noche, en una esquina de la plaza Cataluña reparten bocadillos desde una furgoneta, a un montón de gente indigente, que por cierto hay muchos por todos los sitios.

Pero lo que más me gusta de Barcelona es que aunque es una ciudad grande siguen manteniendo sus tradiciones en los barrios del centro. Sin olvidar las sardanas que los sábados bailan en la plaza de la catedral con orquesta y todo. La gente va llegando, dejan sus cosas en un montón sobre el asfalto y se ponen a bailar en corros con gente conocida o no. Pero el cuidado a la calidad sobre todo a la música callejera o a grupos que simplemente actúan para disfrutar ellos y hacer disfrutar a los que los observan, es de premio.

Es una ciudad que según por donde vas parece que estas en el pasado pero con cosas del presente, sobre todo los precios; pero bueno ya se sabe que cuando viajas hay que gastar un poco más.

Por lo demás todo muy bien, íbamos con intención de ver unas cosas y vimos otras,  así que ya hay escusa para volver otra vez. Exposiciones con montajes raros, de esos que le gustan a mi santo. Procesiones en mitad de la Barcelona gótica con caballos incluidos.

Me ha gustado mucho, esperando volver,  pero donde esté mi Madrid…, en fin.

La siguiente parada creo que será Córdoba.

Comida familiar para aprender a llevarnos bien

Hoy cinco de marzo es fiesta en mi cuidad, la Cincomarzada, en donde celebramos que en el año 1838 expulsamos los vecinos de Zaragoza a los carlistas que habían ocupado la ciudad. Y lo celebramos estando todo el día en el parque que toca cada año, comiendo, bebiendo y reuniéndonos con los amigos. 

Nosotros hoy lo vamos a celebrar con mis hijos, mi cuñado y cuñada nueva. Creo que hoy toca comer comida ecuatoriana, ya que comemos en su casa. 

Parece que mi cuñado quiere recuperar el tiempo perdido, años fríos de poca relación con la primera esposa. Ya sé que mas vale tarde que nunca, pero yo soy muy mía y ya le he dicho a mi santo que lo de quedar todos los domingos o días de fiesta, pues como que no. 

 Soy la misma que hace 25 años, 10 años, 5 años, y no digo que la otra fuera “rarica”, es que él es el mismo y también podía haber hecho más por vernos. Ahora sus hijos, ósea los primos, son entre ellos unos auténticos desconocidos, y eso ya no se puede arreglar. 

 Las cosas se perdonan pero no se olvidan y no es que sea rencorosa, solo que cuando ellos tenían un poder adquisitivo mayor que nosotros, parecíamos los familiares apestados; ahora que todo ha dado la vuelta, sí que estamos aquí. Y sí, estamos para ayudar, faltaría más. Si ayudas a los que no conoces como no vas ayudar a tu familia, pero sin abusar. Lo poco gusta, lo mucho cansa si te acuerdas de algunos abusos familiares.

Vuelvo de Andorra con más quesos y chocolates

Pues ya estamos de vuelta del país de las compras y de los bancos en donde nos esconden los dinericos los ricos y donde cotizan los deportistas que se quieren escaquear del fisco. Ha sido un fin de semana intenso de tiendas, tiendas y más tiendas. 

Algunas cosas diferentes pero pocas, ya nada es lo que era, por suerte (aunque nos hubiera dado igual, para lo que llevábamos) ni siquiera nos han parado en la frontera. Antes, que pasabas con un miedo atroz por si yo qué sé qué, si éramos unos críos, y ahora si tienes suerte te miran por encima y ya está, ni bajas del coche. Y digo si tienes suerte, por que hemos visto un coche que tenía hasta los asientos desmontados, chivatazo seguro de algo y de alguien.

En fin, que hacia muchos años que no iba, no lo hemos pasado bien, por que aunque hemos comido poco nos hemos reído mucho y hemos comprado muchas mermeladas, quesos, vinos raros, sopas de sobres o especias que es lo que le gusta a mi santo, aunque no eran sobres de Bárcenas, si no de sopas de países raros, que quede claro.

Y ya estoy preparando el siguiente viaje, que con un poco de suerte va a ser Córdoba, cada vez tengo más convencido a mi santo. ¿Verdad pichurrín?. Creo que ni me ha mirado. Jodido.

Andorra ya no es la ciudad de las compras baratas

Estoy en Andorra con unos amigos y mi santo, de fin de semana frío y casi de nieve. Esto ya no es barato ni se compran chollos como antes, se ha vuelto una ciudad o país para señoritos. Estamos rodeados de ricos, jope, si no no se explica la docena de huevos a cuatro euros o las peras normales a 2,50 el kilo. Digo normales.
Incluso el teléfono de mi hija está 20 euros más caro que en Zaragoza, que se lo acabamos de comprar.
Disfrutare os del paisaje, de la cama del hotel, de las hamburguesas que sirven en un restaurante cercano con jamón y bacon que están de rechupete luego seguro que son de caballo.
Está de moda comer caballo, lo sé, ahora resulta que todo lo hacen con caballo y nosotras sin saberlo. ¿Habrá caramelos de caballo?, nunca se sabe, igual me estoy engordando por comer tanto caballo sin saberlo, se lo tengo que decir a la enfermera.