Ayer Día de la Madre —de todas las madres pasadas, presente y futuras— tuve mis correspondientes regalos.
De mi hija flores y un color con pendientes a juego, que ahora ha aprendido a hacer y por cierto muy bien. Nunca se le habían dado bien los manuales de hecho en el colegio iba bastante justita en eso. Tenía que verla ahora algún profesor de esos bordes, que se creen que todos tenemos que ser manitas, claro que hay que reconocer que algunos profes les toca dar estas asignaturas a dedo, quiero decir que son de inglés, pero que como no hay de pretecnología pues ala que te ha tocado enseñar gimnasia o pretecnología. En fin.
Mi hijo me ha regalado una camiseta, que él, un jeta, lo que ha hecho ha sido darme el dinero, aunque menos mal pues su gusto para comprar ropa me asustaba, pero él todo era poner pegas con acertar con las tallas que aunque todos sabemos como van las tallas eran escusas de mal pagador, pero bueno así me la compra a mi gusto, y no hay que ir a cambiarla.
Esta vez no ha tocado libros, mecachis, con lo que a mi me gustan. Pero estoy contenta no me puedo quejar porque lo mejor es que se que me quiere y eso es lo más importante.
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