12 sept 2010

El sermón de la mujer adulta, o cómo ser incapaz de llevar la contraria a los hijos

Esta familia que tengo, me hace hacer cada cosa que van acabar volviéndome loca; pues que ahora se han empeñado en que también os hable, pues no te jode, pues nada, a la derecha esta mi pequeña voz, se puede escuchar desde esa cosa que han puesto que parece un radiocasette viejo, aunque creo que mi voz no es muy desagradable, y además quieren que lo haga todos los domingos —como los curas pero en femenino—, aunque eso ya lo veremos, depende de la noche que haya pasado el sábado, porque aunque no somos de salir, si solemos quedar en casa con amigos —en su casa o en la mía, donde toque—.
Y algún whisky, orujo  o grapa que otro caen —como se ve, soy de poco beber pero intensa—.
Para qué nos vamos a engañar, mientras no nos lo prohíban los médicos, que más que darnos libertad nos la quitan, mecachis, por que con la edad que tenemos y como estamos, pronto tendremos que beber solo infusiones que ya sé que son más sanas, pero el whisky va bien para la tensión baja, que es como de momento la tengo yo.Pues eso, que igual os hablo desde el lateral, pero no me hace ninguna gracia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario