Hoy hemos vuelto a ir al oftalmólogo para revisar los ojos de mi santo marido. Bueno, llevamos yendo desde el 27 de julio, al principio cada dos días luego una vez a la semana, ahora cada quince días y hoy nos han dado para un mes, hasta aquí todo bien es señal de que va mejor; bien por que la conjuntivitis progresa adecuadamente, pero la visión torcida del ojo derecho no mejora.
Lo bueno es que en este mes lo han visto como seis oftalmólogos —entre hospitales y urgencias más de cupo— y aunque tiene (o debería tener) todo escrito en su historial hay que contar todo la historia (qué te ha pasado) al médico que toca ese día y cada uno te da su diagnostico y te cambia la medicación; tremendamente inmenso.
En una cosa coinciden casi todos, en mandarte medicación que no entra en el seguro, y a cual más cara. ¿Y ahora cual será la que realmente le han curado los ojos?. Decidido, yo desde luego voy poco, pero voy a ir cada vez menos porque para lo que sirven algunos médicos es mejor sufrir en silencio.
Lo bueno para mi es que yo no estoy mal, pero mi santo tiene un poco de cada cosa, con lo cual tendré que ir aunque sea de acompañante, a lo mejor por eso está mal, por las veces que va al medico.
¿Si es cierto que una pomada y otra pomada vírica y ahora la vitamina B va de maravilla para la conjuntivitis o el nervio oblicuo del ojo, porqué no entra en el seguro? Nada, será que soy una toca narices.

Porque están comprados por las farmacéuticas, que si recetas este producto nuevo a tu enfermito (o a todos) te regalo un .....(márquese lo que desee cada uno.)
ResponderEliminarY así nos va con la sanidad. Cagón tó¡¡¡
Comprados y vendidos.
ResponderEliminarUna barbaridad tapada y asumida.