A veces nos creemos que somos lo más, que sabemos un montón de todas las cosas, sobre todo cuando estás en tu ambiente; pero en cuanto te mueves un poco y te sales de tu sitio ya está uno que sabe mas que tú y de deja K.O.
Eso nos pasó el miércoles a nosotros. Teníamos juicio por la incapacidad de mi santo y después de esperar siete meses ¡zas!, juicio aplazado, ¿pero por qué? Pues por unos líos de no sé qué historias que tiene la Seguridad Social con la empresa de mi santo. El caso es que ahora a esperar otros seis o más meses para ver qué pasa.
Nos quedamos pequeñitos nosotros dos; entre ambos abogados (el nuestro y el de el INSS. Yo la verdad, no soy muy lista en estas cosas, pero mi santo que entiende más que yo, se quedó como yo, diciendo —¡¡si buana!!, lo que digáis, que sois los que entendéis, aunque un poco cabrones.
Pero os digo más, nos comentaron luego que hasta el juez al que entraron a consultárselo no lo entendía mucho, y eso que es el juez; entonces yo me pregunto: ¿quién sabe más, el juez o los abogados? Y si el juez no lo entiende ¿como va a dictaminar? ¿y a favor de quien dictaminará?
En fin que otros meses más para pasar nervios y nos ponemos en cuatro años de baja médica, algo que estoy seguro no ha cumplido nadie en esta década.
Dejarlo, no penséis que nosotros tampoco lo entendemos, con lo cual es difícil de explicar.

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