Me gusta escribir para mis amigos. Pero me encantaría que me leyeran mis enemigos si los tuviera

La primavera me sienta fatal. Me deja sin ganas de hacer nada, ni siquiera escribir, y eso que escribir se hace sentada, pero hay que menear los dedos y es un poco cansado. ☺

Me enfado conmigo misma; cuando estoy en la cama y no duermo —que suele ser lo habitual— me vienen muchos temas a la cabeza, pero en cuanto me siento aquí, delante del teclado del ordenador no sé que me pasa, que se me queda la mente en blanco.

Será que mi santo esta aquí conmigo, me habla y tiene la tele a tope; por que aparte de un poco ciego esta un poco sordo, y claro, me desconcentra.

Le gustan a mi santo todos los chismorreos que dan por la tele, y claro no puedo evitar escuchar y comentar con él las cosas que comentan y pasan por esta caja de idiotas, que no esta mal por que así es una manera como otra cualquiera de hablar con el marido, aunque no opinemos lo mismo; es como el refrán que dice… “que hablen de mi aunque sea mal, señal de que estoy vivo”, pues la cuestión es hablar, por que os voy a decir un secreto, es un quisquilloso y se queja de todo lo que ponen en la tele. La ve, pero si se dieran cuenta los de los programas le pagarían para que no la viera y así se evitaban un “enemigo”.

Pues eso, que la cuestión es escribir aunque sean tontadas, pero escribir para entretenerme yo y entretener un ratico con mis tontadicas a los otros. ¡Huy!, perdón, ¡a vosotras y vosotros!