Ayer estuve viendo un poco la renovada Noria, o como se llama las dos primeras horas para engañar a los anunciantes que son complicados de engañar: El Gran Debate.
Hablaban de la sanidad, de los trucos de algunos pacientes o como se las inventan algunos para que les miren en urgencias sin motivos suficientes, que hay que echarle imaginación y ganas de morirse, por que algunos toman lejía para que les suba la fiebre y así los miren antes y les hagan mas pruebas.
Imagina que te pasas bebiendo la lejía —cosa que con perdón, algún susto se les estaría bien.
Desde luego que para algunos yo no se si se toman la vida en serio o tienen ganas de jugar y entretener un poco al personal. Por que hay que tener mala baba, para hacer esas cosas. Eso si luego se quejaran de que tardan mucho en mirarlos los médicos, ¡coñe! si todos hacemos esas trampas, ¿como no se va a colapsar urgencias?
Y como siempre pagamos unos por otros, pues a jorobarnos. Decimos que no al copago, que ya bastante pagamos de Seguridad Social, pero algo habría que hacer, para que mucha gente no fuera a pasar el rato al médico. Tanto en urgencias como en los médicos de familia, por que a veces, hacen más de padre confesor que de médico.
Con lo poquito que me gusta ir a mi a verlos, por muy buenas personas que sean. Chica, si te aburres vete al Corte Inglés, o a dar una vueltecita por el parque, te juntas con otra gente y os contáis las penas.
Para eso viene bien un perro, en seguida hablas con la gente. Eso si, por favor, mecaguen, si se caga, recoge las mierdas, por que puede ir tu nieto a jugar y mancharse, o pisarla tu mismo. ¡¡Guarros!!
A los médicos hay que ir lo justico, por que siempre te sacan alguna cosita, que hay que ir —pues si—, que hay que hacerse revisiones —pues también— pero en su justa medida, sin pasarse. ¿Y si vas al médico y te dicen que estás muy malita, y te joroban el día?, nada, hay que medir las visitas.
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