Acabo de ver el Club de la Comedia en la Sexta, y casi me muero de la risa. Me he puesto malísima, me faltaba la respiración y todo. A si que ahora, si que creo que se puede “morir de la risa”. Una manera maravillosa de morir, pero joder, morir te mueres igual ¿no?
Pero bueno, ha merecido la pena, la tos que me ha entrado me inundaba el pecho, incluso diría que todo el pecho que es mucho, porque he pasado un rato bueno como hacia mucho que no me reía, quitando anoche que también me reí, pero no tanto como hoy.
Hay que reconocer que algunos monologuistas son buenos de verdad, los dos últimos han sido buenísimos, uno el Leo Harlem, que es bueno de verdad de lo serio que relata las barbaridades que nos cuenta; y el otro un chico joven que se llama Txabi Franquesca y que ha estado maravilloso, como para terminar de matarme.
En fin me voy a ver Paris por la tele en Callejeros Viajeros, pues ya que mi santo no me lleva de verdad otra vez, me conformaré con verlo desde el sillón, así paso menos frio.

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