2 jun 2010

Comilona de senderistas unidos, jamás serán vencidos

Hay días que no sé qué contar o mejor dicho, no sé bien cómo expresarlo, que es completamente diferente ya lo se; pero debo añadir que últimamente estoy un poco vaga en esto de escribir y yo misma me digo que no puede ser.
Tengo que intentarlo aunque sea poniendo tontadicas, porque reconozco que me viene muy bien escribir, se me despeja la mente, pienso, no se me olvidan las faltas de ortografía veo que voy teniendo menos y que el corrector me corrige menos que antes, ósea, que ahora que Pilates ya lo tengo con vacaciones hasta octubre, el senderismo semanal depende del calor; esto de escribir no lo tengo que dejar de hacer.
Las buenas costumbres no hay que perderlas.
Ayer por ejemplo quedamos los del senderismo y se apuntó alguno mas, porque después de caminata hasta una ermita (La Vírgen de Zaragoza la Vieja) en lo alto de un pico junto al Burgo de Ebro, teníamos comilona en la casa de campo que tienen unos compañeros de senderismo.
Nos hicieron los hombres (las mujeres descansamos un poco) unas migas con huevos fritos y uvas y de segundo caracoles de tres maneras distintas a cual mejor (con tomate picante, refritos con ajos desechos y a las brasas con alioli), luego cada uno llevo una cosa unos el vino otros la tarta, otro el pacharán, total que ayer la caminata la repusimos bien con la comilona, eso si de cenar nada, un yogur descremado y a la cama; pero pasamos un día muy bueno.
Y así se va pasando la vida, cada uno como puede, sabe y quiere.

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