La verdad es que esto de hacer senderismo cada vez me gusta mas. Ayer estuvimos en un pueblo, Cosuenda, de la provincia de Zaragoza, que aparte de tener buen vino y repostería que compramos en su panadería (magdalenas, rosquillas, y una especie de mantecados de aguardiente buenísimos) tiene un montos de caminos para andar, perfectamente identificados e informados con paneles para saber su dificultad.
Nuestro guía escogió uno de dificultad mediana (450 metros de desnivel que nos costo subir un poco), el camino por algunos trozo esta un poco mal de piedras, pero la verdad merece la pena, con un montos de vegetación distinta, hay plantas curiosas (incluso fresas silvestres), arbustos, árboles de diferentes especies. Tengo que decir que nos quedamos a mitad del camino, no llegamos hasta la “nevera” que es como se llama el camino que eligió el jefe de expedición :-).
Era mucha subida y las mujeres que somos mayoría no podíamos mas, la bajada fue mejor. Pero hoy me duelen las pantorrillas con lo cual quiere decir que ejercicio sí que hicimos. Y como habíamos hecho mucho ejercicio pues se arregla comiendo en exceso.
Nos fuimos al pueblo de al lado, Almonacin de la Sierra, allí hay un restaurante que se llama “El Mesón” nosotros cogimos el menú del día; pero muérete la comida que te ponen. Por cada plato del menú que pides te sacan una fuente que pueden coger todos los que vamos, en total nosotros que íbamos siete, pudimos probar 13 platos y quedo comida; solo la paella que pidieron dos personas les sacaron una paellera enorme; y encima barato el menú, nueve euros por persona. Así que repusimos bien las fuerzas; luego la sobremesa se pasó tomando café en el bar de la plaza, allí sentadicos estuvimos arreglando a nuestra manera el mundo.
Y ya descansados nos volvimos a nuestra casa.
Cuantos lugares bonitos y perdidos tiene esta España y que no sabes que existen y los tienes a media hora de tu casa. Snif.

No hay comentarios:
Publicar un comentario