Llevo unos días sin escribir, pero es que estoy un poco espesa, no tengo ganas de escribir y como ya dije que este año no quería estar siempre quejándome, pues eso, que no me sale nada que no sean quejas, y me niego a quejarme, aunque alguna cosa tendré que criticar.
Por lo menos de la tele.
Hacia unos días que no veía Gran Hermano 12, GH 12 para los amigos; anoche me dio por verlo y vaya, si todos estos que están encerrados o sentados en los platós nos tienen que pagar la jubilación, no me extraña que nos quieran jubilar a los 67, por que esta pandilla, no es que les falte un hervor es que les faltan todos, no se salva ninguno.
No se quien habrá hecho el casting, pero creo que alguien como todos ellos de espabilado. ¿Y estos son los mejores de todos los que se presentan?.
También es verdad que la gente guay, ósea los que merecen la pena, no se presentan a estas cosas.
Anda y no digamos los de Hombres, mujeres y Viceversa, HMYV para los enemigos. ¿Pero no se pueden conocer en las discotecas todos estos maromos y guaperillas que parecen salidos de una revista de vender tangas?, ¿pero si es allí donde suelen estar casi todos los concursantes por la noche ya que durante el día duermen?, ¡si sólo saben hablar de sus bolos, de sus miradas bobas, de lo mal que lo han pasado en su niñez de vagos, de que están sin oficio ni beneficio, de que se les cae el moco, de que se les cae su peinado!
Bueno hoy me he desahogado un poco y reconozco que es mas fácil hacer llorar que reír. Quejarme se me da bien, pero reírme menos.
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