17 feb 2011

No es que quiera irme a Japón, pero un viajecico si que admito

Hoy mi santo me ha dado mi nombre en japonés, que también son ganas de perder el tiempo. En Katakana me ha dicho, que debe ser como aquí el catalán o el vasco, digo yo. No está mal, pero le hubiera agradecido más que me hubiera dado dos billetes de avión para Tokio o para un pueblo pequeño de Japón, que tampoco quiero abusar.
La verdad es que no tengo ganas de ir hasta tan lejos, y no es que me de miedo volar tantas horas, no, es que me da miedo encontrarme en un país tan diferente y tan lejos. ¿Y si me entran un dolor de tripas de esas malas?, ¿y si me duelen las muelas qué hago?
Mi santo se iría ahora mismo. De hecho le encantaría irse otra vez a Marrakech, que si, es muy bonito, pero que te da algo de canguelo. Y son unos pesados de solemnidad, siempre parándote por las calles para venderte algo. A mi eso de regatear no me gusta, por que siempre sales pensando que has metido la pata, con perdón. Sales creyendo que has hecho un gran negocio. Te pedían mil y lo has comprado por 30. Pero a la mañana siguiente te enteras de que tu compañero de hotel lo ha comprado por 6. En fin, que no me ha regalado ni un viaje a Huesca, mecachis, y eso que era el Día de San Valentín.

2 comentarios:

  1. ¿Y lo bonita ue era la flor VIVA que te regalé?
    ¿Y tú, qué?

    ResponderEliminar
  2. Yo no te compro nada por que tu mismo ya te encargas de comprarte lo que te apetece cuando quieres.

    ResponderEliminar