Estoy en Madrid como quiere mi santo, que es muy viajero y un fanático de las exposiciones de Arte Moderno, ese que él llama Contemporáneo para darse importancia.
No sé como decirlo en plan suave, pero las calles de Madrid, del centro de Madrid, están con más gente durmiendo en las calles que nunca. Incluso se montan los colchones en las aceras y con estanterías y todo, os lo juro. En plena Gran Vía hoy hemos visto un colchón con dos mantas, vacío en ese momento pero tenía hasta un pequeño árbol de Navidad.
El frío es fuerte, estos días con algunos grados bajo cero, pero los cajeros están llenos pues hay muchas personas con cartones y mantas que les deben dar desde alguna organización. Es muy duro verlo, pensar que estas personas fueron niños, fueron hijos. Que incluso ahora son padres. En algún lugar les dan cajas de leche y unas bolsas de pan tostado y galletas, pues en dos de ellos algo separados eran de la misma marca. Algo más tenemos que hacer, todos y todas, o esto no es de recibo que vaya en aumento.
Y no se trata de taparlos, como hace unos años que los sacaban del centro para que los turistas no lo vieran, se trata de ayudar a buscarles una solución. En fin, de mal genio voy, para no variar.
Una pena como está el país, unos tienen demasiado sin hacer nada, y otros lo han perdido todo. Ayudar a los de fuera de nuestras fronteras está bien, pero hay mucha gente cerca de nosotros que cada día nos necesita más, pues la crisis nos toca a todos.
ResponderEliminar