3 dic 2011

Se puede ser pobre de muchas maneras distintas, en muchos grados diferentes

Ayer estuve viendo en la segunda cadena, en La 2, el programa Buscamundos que trataba de Etiopia, país donde una buena amiga está ahora de cooperante ayudando a los niños ciegos y con problemas de vista. Siempre que tiene vacaciones se va cargada como una mula —nunca mejor dicho— con una mochila bien grande y una caja bien preparada para que en la aduana de allí los guardias se cansen de quitar cuerdas y la dejen pasar sin mirar, pues si al final consiguen tocarte la moral y te abren los paquetes se quedan con lo que llevas, y para sus trapicheos les viene de maravilla, ya que nuestra amiga lleva desde ropa, medicamentos, juguetes…, bueno una tienda. Los puñeteros guardias de aduana lo ven por los escáner y si les gusta lo que llevan, aunque sean cooperantes, se lo quedan.
La verdad que ella nos enseña las fotos que hace cuando va a Etiopía y dan pena las pobres gentes que viven peor de lo que nos imaginamos, rodeados muchas veces de riqueza relativa de la que disfrutan unos pocos. Pero lo que yo no sabia es que va gente española incluso de turismo, me imagino que vendrán de Etiopía tristes de ver como viven las gentes allí, pero también contentos por lo bien que estamos aquí en España, por muy mal que nos vaya.
Y el montón de niños que hay sin padres, en orfanatos, unos por que se les han muerto en guerras o por el Sida, otros por que los abandonan; los padres los abandonan sobre todo si están enfermos o con alguna malformación.
Y después puse Telecinco y me fui a la cama cabreada —vamos, como es habitual en esta servidora escritora de pacotilla—, viendo como se enfurruscaba Belén Esteban, porque otra periodista para pasar el mes, se conformaba con 1200 euros. Y aun le parecía mucho a Belén intentando sacarle cuentas, ¡tiene arrestos la cosa!, seamos serios con las cosas, si a ti te pasan de pensión para tu hija eso mismo y te quejas todos los días.
Figúrate lo que podrían hacer los etíopes con ese dinero. Yo creo que estos de la tele que ganan tanto no están en este mundo, claro que la Belén bien que se queja de su hermano que si está de baja, que si no cobra. Una vueltecita se podía dar por algunas partes el mundo, para que viera lo que hay fuera de la tele. Solo un detalle, mi amiga llevó a un hospital a un niño enfermo y sin recursos para que le hicieran un chequeo con radiografías y todo, pues allí no hay médicos gratis que no sean cooperantes y el chaval parecía grave. Toda la factura le costó a ella 40 euros. Poco para nosotros, media mensualidad para muchos de ellos que nunca pueden acudir a los hospitales.

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