Parece que estoy un poco mejor de ese enfriamiento impertinente. Cuando estoy enferma, enseguida lo noto por que empiezo a ver todo sucio; lo primero los rincones: —hay que pasar bien el aspirador— me digo, pero noto que no tengo fuerzas.
Lo digo en alto haber si alguien se da por aludido, pero los hombres de mi casa creo que están peor que yo, por lo menos del oído, ya que no me escuchan.
Cuando ya me voy curando, los voy viendo mas limpios —los rincones, je, je— y yo inocente pienso que alguna alma caritativa de esas que me hacen la comida, me los ha limpiado, pero ¡Kia! no ha sido así, solo que ya me he recuperado y entonces veo todo con mejores ojos.
No me puedo quejar, cuando estoy málica me cuidan muy bien, pero me hacen lo justo, las comidas.
Ellos tienen muchísimo trabajo en los ordenadores, je, je; el uno esta en el paro y el otro va dos veces a la semana —y solo por las tardes— a la Universidad; como veis no me puedo quejar mucho, hacen todo lo que pueden. Están trabajando a tope, no haciendo casi nada.
Lo malo es que esto lo van a leer y se van a enterar de mis pensamientos, pero como son unos pasotas —los dos— pues nada.
Eso si, sé que todos, incluidos mi hija y me yerno, me quieren MUCHO. Como nos los estrangulo, me quieren mucho.
Bueno, me voy a planchar que tengo buen montón y lo tengo que hacer poco a poco, por que no puedo estar mucho de pie, ya que todavía me mareo un poco.

te entiendo perfectamente, me duele la boca de repetirle a mi hija que colabore un poco mas en la casa, tiene 18 años y me dice: que si quiero que me ayude que lo diga, que a ella no le nace ¡¡hay que joderse!!
ResponderEliminarfeliz dia
angeles
Para coger un Cocacola del frigo sin preguntar si hay más y no meter nuevas a refrescar, están a la úlima. Para levantarse de la mesa, sin recoger, son rápidos. Unos jetas.
ResponderEliminarPero la culpa es también nuestra.