16 jun 2012

Cuando hace calor, lo mejor es quedarse en casa a esperar

Después de estar unos días en los mandriles (San Madrid de Todos los Santos, para “mi santo”) ya estamos de vuelta en casa, que es donde mejor se está cuando hace calor del de dejarte pegada al asfalto. 

A mi es que la “caló” me siente peor que mal, ni con abanico XXL. Ya le he dicho a mi santo que aunque se empeñe, hasta lo menos septiembre ya no nos vamos a ningún sitio. Cada vez me canso más, los años que nos van pesando —y los kilos, je, je—, que me los recuerda y se empeña en restregármelos mi santo; ¡qué sabrá él, si los kilos los llevo yo encima, jajaja!

El caso que llevo un montón de agujetas en las pantorrillas, es lo que tiene Madrid, muchas cuestas, y eso, a los que no estamos acostumbrados pues que nos cuesta subirlas. Por cada cuesta que bajamos hay otra esperándonos para subirla luego, mecachis.

Y que os puedo decir del metro, pues muy rápido sí, pero te pasas más tiempo andando por los pasillos y subiendo y bajando escaleras que dentro de los vagones; en Madrid ya no hace falta que vayas a ningún gimnasio, con que elijas bien la calles y las escaleras del Metro, te sale gratis.

Os dejo la imagen prometida de los trozos de cuadro por los suelos en el Reina Sofía. Muuuu bonitos, eso si. Es lo que tiene ser una zopenco y no entender de ARTE. Yo no lo entiendo, lo siento.

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