Los ricos también roban, aunque san mantas usadas

Esto de estar muchos días en hospitales te da para escribir temas en estos lugares de muy variado color.

Dicen que la Seguridad Social va mal por muchas cosas, pero en parte mucha culpa la tenemos nosotros mismos, que con eso de que pagamos ya tenemos derecho a todo, y hasta cierto punto es así si no abusáramos.

En la habitación donde estaba antes mi yerno —lo han cambiado de planta— vino una pareja ya mayordica como de 66 años él (según le contó a mi yerno), y 60 por lo menos ella, según digo yo. Muy modernos, ella con minifalda, y él con camisa y jersey de marca cara, bueno de esas del cocodrilo.

La mar de empalagosos, todo el rato dándose besos y ella tumbada en la cama con su santo.

–Mira si se quieren pensé.

Y luego me he enterado por mi yerno en ingresado que escuchó sin querer como el hombre le decía a un médico, que a veces vivía solo y otras no. ¡Coñe! ¿y entonces? ¿quien es la señorita que va con él?, respuesta de mi santo: —Inocentes, yo desde el primer momento me di cuenta que era una putita— perdón, quería decir una compañía de alquiler para estar ingresado el buen señor.

—Mira, que habrás estado tú con muchas— le he respondido yo.

—Pero uno es hombre y se da cuenta— me ha respondido.

Bueno, que a mi qué más me da, ¿no?, pero esa señorita, cogió la manta blanca que hay en las camas de los enfermos, se la metió en el armario, pidió otra y mi hija pensó que seria para taparse por la noche ella y eso hubiéramos pensado todos, todos menos mi santo que es muy sabio. Pues no, el día que le dieron el alta se la llevó tranquilamente en una bolsa. Os juro que la manta.

No entiendo qué recuerdo o souvenir mas raro. Claro que tampoco entiendo como podían hacer manitas siendo que el “señor” llevaba dos hermosos tubos por su pene, el de la orina y el drenaje, ya que estaba operado de la próstata.

Si, si, manitas de meterse mano, los frescos de ellos bajaban la cortina que hay para separar las camas de los enfermos, y ala al leve asunto.

No entiendo nada.

Que coste que él tenia hijos y nietos, que nunca aparecieron por allí más que por teléfono.  También es verdad que a lo mejor mucho cocodrilo pegado en el jersey pero lo pagó con el mismos sistema que el de la manta. En fin.