Pues ya hemos pasado una parte del ingreso en el hospital. La de la aceptación y la de la primera semana que suele ser la más dura.
Ahora a esperar el resultado de la biopsia. En principio nos dan grandes esperanzas, pero esta enfermedad es tan puñetera que hoy estás bien y mañana tropiezas.
Pero ahí esta mi hija, que se esta portando como una verdadera jabata. Ni ella misma se creía que podría aguantar tantas noches de hospital, pero ahí esta ella.
La verdad es que a veces crees que no eres tan fuerte hasta que no te toca alguna cosas de estas, y entonces te das cuenta hasta donde podemos aguantar.
También la gente que te quiere y ves que está contigo, te ayudan en estos momentos, pero para esos son en realidad los amigos, no solo para las juergas, si no para los momentos difíciles. Hay que empujar todos, pues las ayudas de cada uno son imprescindibles para vencer.
Tenemos poca familia (por parte de mi santo un hermano, por mi parte nadie), pero tenemos unos muy buenos amigos (y extensos) que siempre están para cuando nos hacen falta y eso hace mucho.
Sabemos que la potencia en creer que el enfermo será capaz de pelearse con fuerza, hace un resultado maravilloso y en este caso lo estamos viendo muy claro. Son enfermedades fastidiosas, complejas, pero cada día se saben más de ellas y se las va venciendo poco a poco a costa de muchos factores, entre los que la fuerza mental del enfermo es fundamental.
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