Hay días negros y días que parecen noche sin luna.

Hoy, como muchos días de mi vida, estoy que no estoy, no sé si me explico. Entre el calorazo que hace, mis huesos —que no se donde ponerlos—, los ojos de mi santo —que no me pueden ni mirar por la conjuntivitis— fin de mes, todos los amigos y enemigos de vacaciones; vamos, que estoy por subirme a la terraza que tengo y… —tranquilos—, echar cohetes, no penséis mal, anda que no tengo yo que darles faena a mis hijos y espero que no me lean hoy, pero estoy pensando en alargar un poco mi dolencia para que me cuiden y me mimen más días, porque mas no me pueden ya cuidar.

Se portan como se tienen que portar, pero no siempre es así en todas las familias, en la mía por suerte si, en eso si que se han fijado en como hemos tratado nosotros a nuestros mayores, ósea bien, y seguimos haciéndolo con la única tía soltera que nos queda.

Bueno, volverán las oscuras golondrinas sus nidos a colgar…, quiero decir que volverá el invierno que es lo que a mi me gusta, que los huesos se colocarán en su sitio, que los ojos de mi santo se curaran (espero), y todo volverá a la normalidad, ¡ah¡ menos mi coche verde botella, que ese esta ya en la chatarra.

Como veis tengo un día cojonudo y perdón por la palabrota.

Los servicio públicos en España van a peor, sobre todo la sanidad de atención primaria en mi barrio

Como ya os conté, mi santo marido —debido al accidente— veía mal, total que le estuvieron mirando con los aparatos oftalmológicos correspondientes en el hospital y ha cogido una conjuntivitis de caballo, eso le han dicho hoy en urgencias.

Total que estuvimos el martes en el medico y como él —mi marido— es un asfixias, hemos vuelto hoy. Bueno, ha sido de lo mas divertido, hemos estado de excursión por tres hospitales para terminar al final en el que teníamos a cinco minutos andando de casa, os lo juro; pero antes la de cabecera que era la suplente, nos ha mandado a urgencias del Hospital de referencia (El Royo Villanova), una hora para ir. ni encontrábamos taxis a las 4 de la tarde, ni un bus pues vienen cada 20 minutos (la línea 50), claro era la hora de la siesta (todo ha sucedido de tres a seis), pues por fin un taxi, seis euros, llegamos y nos dicen que solo hay oftalmólogo hasta las dos (es un hospital de urgencias), así que esta vez hemos cogido el autobús que por suerte va del hospital que estábamos hasta el que nos han mandado; total 45 minutos entre espera y autobús, y por fin nos ha atendido, pero ya me veía yo en el hospital general al que solemos ir al final ir todos los zaragozanos ya que es el único que creo tiene de todo —la Casa Grande se llama de forma coloquial— y digo creo porque ya no entiendo nada.

Así como relataba que cuando el accidente fueros todos muy amables, en consultas normales la verdad es que la sanidad actual deja mucho que desear. Al menos en Zaragoza.

Y luego lo mejor; le han cambiado la medicación y la mas cara resulta que no entra en el seguro, vamos un cachondeo de tarde. Como veis ya vuelvo a ser la misma quejita de siempre, con menos dolores gracias a mis ángeles de la guarda, eso si.

La salud del alma es tcasi tan importante como la del cuerpo.

Pues aquí estamos, como todos los días y casi con los mismos dolores, por no decir mas. Ahora mi santo esposo tiene también conjuntivitis, todos los ojos ensangrentados, parece un zombi, ya no hacemos de la suma de los dos uno, si no medio, y eso que estamos los dos bien robustos, pero es todo fachada.

Con lo que te cuesta ganar las cosas en la vida y en un segundo las puedes perder. Cuando pienso, que nos podíamos haber muerto me pregunto para qué me sirve estar haciendo dietas, así que de momento y sin pasarme mucho, todos los días me como mi heladito de postre después de cenar, que engorda lo sé, que va mal para el azúcar también lo sé ¡y qué!

De momento me doy unos días de respiro y cuando se me pase el dolor que tengo, tanto del cuerpo como del alma, volveré a la vida real. Que lo estoy haciendo mal por dejarme, lo sé, pero ya vendrá el invierno y no podré comer helados. La salud es lo más fundamental de la vida.

Agradecimiento a todas las personas que ayudan en momentos críticos

Os cuento un poco lo bien que nos trataron las/los sanitarios de las ambulancias, que no se si eran del 112 o del 061; lo que si sabemos es que eran de la Rioja, de la parte de Haro o Cenicero o de las dos.

Nos trataron maravillosamente y con mucho cariño y humanidad; parecían de tu familia. Como íbamos mi santo y yo en diferentes ambulancias, después de atendernos en el lugar del accidente y como no estábamos muy graves, nos juntaron a los dos en los pasillos antes de entrar en el hospital de Logroño, para que nos diéramos las manos y nos sintiéramos, ya que debido a los collarines rígidos no podíamos vernos. Necesitábamos saber cómo estábamos “de verdad” pues aunque nos lo decían, necesitábamos todarnos.

Luego, una vez dentro de urgencias y en los boxes, non pusieron también juntos con las cortinas corridas para que pudiéramos hablarnos; parecía la serie de Hospital Central, no me lo creía, lo amables que fueron, pero sí, era real.

No digo que en otros hospitales no lo sean pero esos momentos, en que lo que necesitas es sentirte viva y tener contacto con personas que te ofrecen seguridad, viene bien cualquier contacto. También tengo que decir que los bomberos se portaron muy bien dando consejos sobre cómo movernos y cómo estábamos ambos y que la guardia civil hizo su trabajo con gran profesionalidad. Gracias a todos

Soy un campo de rastrojos con flores blancas al viento

Pues aquí estoy, con mis dolores, que cada día son en un sitio diferente, pero no van a poder conmigo, ¡pues no soy yo poco dura y testadura!.

De momento he ganado, no sé a quien, pero he ganado.

No creía en casi nada, pero ahora si que creo un poco, no sé lo que existe, pero yo creo que ahora si que creo (qué lío), también pienso que esos cuatro “ÁNGELES” que tenemos en algún lugar, son los que nos ayudaron un poco, sujetando cada uno una rueda para no chafarnos del todo (me refiero a mis suegros y padres).

Me siento un poco rara, no se ahora si estar contenta o triste (ya sé, debo estar contenta), pero tengo una cosa dentro de mi que no sé cómo explicarlo, algo diferente a los dolores.

Lo sé, hoy estoy un poco triste escribiendo, pero es que tengo mis días, buenos y malos.

Ya vendrán los días de risas y de quejas que ya sabéis que es lo que más me gusta, ser ácida y crítica.

Gracias a los que me leéis y contestáis.Gracias a los que me ayudan, pues son la luz de "mi campo" de rastrojos.

El cinturón de seguridad del coche nos ha salvado la vida en el accidente

Pues aquí estoy otra vez para daros la paliza un poco con mis cosas. No es que esté bien, pero poco a poco tengo que volver a hacer lo mismo que antes, aunque no tengo ganas. Me di un buen susto y poco a poco me voy recuperando. Me levanto de la cama, con la ayuda de mi hijo, y aun así parece que me voy a romper, paso unos minutos malísimos que no se lo deseo ni a mi peor enemigo pero en cuanto me caliento un poco, parece que estoy mejor.

Por favor siempre, ¡¡siempre!!, con cinturón cuando vayas en coche es lo que nos salvo a los dos, por el cinturón voy con moraduras, que son precisamente las que menos me duelen, solo son aparatosas y cuando vas por la calle es la que avisa a la gente conocida del barrio de lo que ha pasado, pero lo que me duele son los músculos interiores, que esos no se ven, y el alma. Espero que poco a poco se vaya pasando, porque llevamos una semana y estoy casi igual que el sábado pasado. Por poner algo de humor os diré que aparte del cinturón creo que me ayudó la grasa que llevo a mi alrededor, que amortiguó un poco los golpes ya que dimos varias vueltas.

Yo, que nunca me he querido montar en los autos de choque, montaña rusa, y todas esas atracciones arriesgadas, pues mira, todas de golpe.

Doy las gracias a mis hijos que son los que me están ayudando mucho, en todos los sentidos, y a los amigos que tenemos que son amigos de los de verdad, de los que aunque te veas poco, están ahí para cuando te hacen falta, que esos si que son amigos, ya que familia solo tenemos a mi cuñado que también ha estado con nosotros. Y gracias muchas gracias, aunque sé que no se van a enterar, a todos los que nos ayudaros en la carretera, gente que paro, y sobre todo a los de las ambulancias que nos atendieron, que fueron muy, pero que muy amables y muy humanos, y los médicos y enfermeras del hospital de San Pedro de Logroño.

Otro día con mas ganas os lo cuento. 

Mi santo ve mal con un ojo, pero tiene menos dolores.

Voy mejorando. Pero no se me nota nada. Gracias a todos y todas.

Os juro que estoy bien, simplemente es que no tengo ganas más que de estar quieta y callada. Debe ser efecto de la impresión.
Hoy hace una semana que estamos vivos, y lo digo con la tranquilidad de saber que es un frase inmensa, brutal. Pero una se acostumbra a casi todo. Incluso a llorar poco, cuando sé que tengo que llorar más. Tengo que seguir buscando las fuerzas que he perdido, pero no encuentro la forma de ver la salida. Sé, sabemos, que tenemos que cambiar cosas en nuestras vidas, sobre todo para seguir sintiéndonos vivos y con fuerzas. Y dar gracias a Dios, por la suerte que hemos tenido. Me voy al parque del barrio con mi santo y mi perro. Dice la médico de familia —que nos conoce bien— que ahora soy media persona y que con la otra media persona de mi santo hacemos una persona entera. Que eso es mucho.
Así que le hará caso.

Cerrado por accidente

En breves días vuelvo, pues estoy "tocada" por un accidente de coche. Para lo que podría haber sido, estamos —casi— bien. Aviso para navegantes, cuidar los trayectos, cuidar los viajes, cuidaros por fa.

Africa enseña respeto a las familias y a los ancianos

Cuando veo cómo actúan ahora los críos, me pongo contentísima de los hijos que tengo, de lo educados que son y del respeto que tienen a los mayores.

Tenemos una tía mayor en una residencia y solo nos tiene a nosotros. Vamos al menos una vez por semana, nosotros y mi hijo cuando puede. Mi hija también va, le arregla a la mujer los pies, los cajones y lo que le hace falta, de vez en cuando la sacan a pasear o mi hijo o mi hija y ella esta encantada con sus resobrinos.

Pero hoy —que hemos ido a verla—, en cuenta de estar en su habitación hemos estado en una terraza que tienen en la residencia como si fuera un bar. Nos hemos tomado un cafecito y todos muy contentos y ella más, pero al lado había otra residente con el hijo y el nieto —lo sabemos por que nos lo ha dicho la tía— el hijo de vez en cuando le gritaba a la madre y el nieto de 9 años todo el rato con una diminuta maquinita jugando. La anciana, muy educada, le ha dicho en un momento dado “ mírame cuando te este hablando”, pero el crió ha seguido jugando y el padre le ha dicho a su madre de muy malos modos “déjalo que es pequeño y no entiende”.

¿Pero cómo que no entiende? si tenias que ser tú el que no le dejaras jugar. y le hiciera caso a la abuela. Se me ha puesto una sangre que no he saltado por que mi marido me ha dicho “tú ahí, quieta.

¿Pero qué tipo educación les están enseñando a los hijos con sus mayores?, ¿cómo van a respetar a los demás?. Les consienten todo para tenerlos contentos y que no les den mal.

Los míos han llorado muchas veces por que no les daba lo que me pedían, pero ahora se dan cuenta de cómo son los demás y cómo son ellos. Hay que darles cariño y cosas —faltaría más— pero cuando se lo merecen, no cuando quieran ellos. Eso si, luego decimos que en el cole no les enseñan. Hay cosas que solo las pueden enseñar los padres.

Bueno pues eso, que por ese particular estoy muy contenta con ellos. Luego, con el orden y la limpieza de sus cuartos ha sido otro cantar, pero esa es otra historia :-)

Os dejo una imagen de niños africanos, como ejemplo del que deberían copiar todos los mal criados de este santo mundo occidental —hijos y padres y madres—, que de tanto tener, no saben valorar nada de nada. Ellos nos pueden enseñar muchas cosas, entre ellas el respeto hacia sus mayores y ancianos.

Se han casado la Pe y el Bardem. Empezamos bien el día.

Que alegría me ha dado esta mañana cuando me he enterado se que se han casado la Penélope y el Barden, y más cuando se han casado a escondidas, no como otros que se casan a bombo y platillo. Ahora yo me pregunto, ¿donde estaban todos esos paparazzis, que están en todos los lados y que se enteran de todo?. Ya, lo sé, siguiendo a la Esteban o a la novia de su marido o a cualquier otro ejemplo de tontadas varias de las que nos inundan todos los días.

La verdad que a mi me da lo mismo aunque me parece mal que se casen a escondida, pues ya que te quiere la gente, por lo menos hazlo en tu país. Claro que ellos se sienten ya americanos.

En fin, ahí queda para los que los quieren tanto y los admiran, que no es mi caso porque no me gustan ninguno de los dos (creo que se nota).

De todos modos, y como es lógico, que sean muy felices, que duren muchos años, y que dios los bendiga con muchos hijos; ellos que tienen mucha pasta para poder mantenerlos que hagan algo por el mundo mundial. 

Por cierto, se conocieron en Aragón, en pleno desierto de Monegros. El calor es muy traicionero.

El fútbol debe servir para algo más que para divertirse un rato

Bueno, pues ya se ha acabado el fútbol y encimas hemos ganado; hasta yo que no entiendo ni me gusta, he gritado en casa con la familia hasta asustar, y las porras que hemos hecho también las he ganado yo, todas menos una; no hay nada como no entender para ganar algo (la suerte de la novata), podía ser así con todas las cosas.

Entiendo que la gente este muy contenta y que por unas horas muchos hayan olvidado el paro, las enfermedades, las hipotecas, la subida del IVA, etc…; pero hay que volver a la realidad, aunque no nos guste y yo pobre de mi y que entiendo poco y menos de política, solo pediría que cuando hay que salir a la calle a pedir, a protestar, a votar, salir a gritar por algo justo, nos unamos todos como nos hemos unido ahora para el fútbol, en todas las ciudades y sobre todo en este caso me dirijo a esa juventud que suele ser un poco pasiva, necesitamos que sea tan activa como ha sido estos días, que con todo el calor del mundo sobre sus cabezas, estaban en las plazas para ver en pantallas grandes y junto a sus colegas, y queden también —eso si, a ser posible sin tantas cervezas— para lo que haga falta.

Tenemos que estar más unidos para todo, no solo para el fútbol, que es muy bonito si, pero yo ya tenia ganas de que terminara. Por  cierto, he escuchado poco en estos días lo maravilloso que es el deporte para la juventud, lo bueno del juego limpio, lo interesante que es aprender a ganar y a perder a partes iguales. Nada, que se me olvidaba.

Las cotorras que hacen fila por unos papeles de nada

Hoy como todos los días nos hemos ido a pasear a nuestro perro, y como hace calor nos hemos ido por la mañana pronto. Bueno, pues ya os conté en tiempos pasados, cuando hacia mucho frió, aquellas filas que se preparaban para coger esos periódicos gratis que depositan en unos contenedores a las 10 de la mañana. Pongamos que es el “20 minutos” pero podría ser otro; allí están haciendo fila en invierno, pasando frio, frio, hasta que llega el dichoso periódico en una furgoneta; pero es que ahora con el calor que hace siguen esperando, pero lo que más me ha llamado la atención, es que hasta discuten entre los que esperan en la fila por ver quien da la vez; yo entiendo que en tiempos de crisis hay que ahorrar un poco, pero es que ya parece esto la posguerra con las filas; hombre para comer lo entiendo pero que te pelees para coger un periódico de 8 páginas llenas de anuncios, eso no lo entiendo y no creáis que son todo abuelotes no, hay personas casi jóvenes que son precisamente las que estaban discutiendo hoy. Unas señoras más jóvenes que yo en plena pelea dialéctica y subida de tono. ¡¡Cotorras!!

Yo creo que tiene que ser el calor y mas vale que sea así, si no, es que hay mucho loco suelto, por que como decía yo la otra vez, bueno, mientras esperan hacen vida social y cambian impresiones, pero discutir no, que el calor nos sube la sangre a la cabeza y puedes hacer alguna locura que luego te arrepientas y total por un papel de nada, si por lo menos fuera por algo interesante pero ni por eso merece la pena discutir.

Lo digo yo que enseguida me altero, pero sé dar consejos que yo misma no me aplico, lo sé, esta mal, pero como dice el dicho “consejos doy que para mi no tengo”.

Las bicicletas no son para las mujeres tontas (como yo, por cierto)

Hemos tenido que ir a Inspección de Trabajo por unas consultas (que no vienen al caso de momento), pero el asunto es cuando llegamos a las oficinas, el señor de información —muy amable— nos dió el nombre del inspector que nos tocaba, pero que le preguntáramos a una señorita que estaba en tal despacho.

Pues allí que nos fuimos a preguntar. Más de 10 minutos esperando mientras ella —la que nos tenia que atender— estaba hablando en el despacho de al lado contándoles lo que le había pasado con la bicicleta, pero no una vez ni dos, no sé las veces que estaba rebozando el drama, porque hasta nosotros —que veíamos toda la escena desde el pasillo y con la puerta abierta— nos lo aprendimos de memoria. Si me hacen un examen en ese momento, saco un 10 en “peligros de la bici ante un camino mal asfaltado”, seguro. Al ver que tardábamos a salir entró el señor de información y nos pregunto si no estaba la señorita, yo conteste que sí, pero que estaba hablando con las otras compañeras; meneó la cabeza y le dijo al señor de seguridad que por favor mirase cuando estaba el inspector correspondiente. Con dos bemoles bien puestos, la chica madurita de la bicicleta dramática ni se inmutó.

Ahora, eso si, cuando llegue a su casa toda cansada, dirá que qué mañana ha llevado de —como se dice en mi tierra— cascar, que quiere decir hablar sin parar y por los cuatro codos. ¿De donde habrán sacado lo de “los cuatro codos” en Aragón, para referirse a una persona que habla sin parar?, no lo sé.

Hoy hemos vuelto y tengo que decir que el inspector de trabajo nos ha atendido muy bien.

Y luego dicen que si las mujeres mandasen iría mejor la cosa; yo soy mujer y sin generalizar que siempre es malo, os digo que lo dudo un poco, viendo estos comportamientos de ayer y de otras que nos han tocado últimamente en diferentes organismos públicos. Por cierto a la tonta que hablado de su bicicleta la escuchaban otras tres señoras más, aunque tal vez lo de escuchar sea mucho decir, mejor sería “la aguantaban en su diatriba boba”.

Busco Pebrella o Thymus piperella

Si, busco pebrella, Thymus piperella, un especia del levante español que a mi hijo le encanta para las pizzas o incluso para muchas de las comidas que él se hace.

Antes la comercializaba Mercadona en botecitos, pero ahora no la encuentro en ningún sitio. Sé que se usa por Alicante, Valencia o incluso por Murcia.

¿Alguien me puede decir donde se puede comprar la pebrella o Thymus piperella? ¿hay alguna marca conocida y así yo le puedo escribir para pedirla aunque en mi ciudad no se venda?

Muchas gracias por la información.

Los radares fijos están puestos para joder… ¡¡perdón!!, presuntamente.

Mi santo esposo tiene el carné de conducir desde hace 27 años, los mismos que lleva conduciendo. Por suerte nunca le habían puesto una multa hasta el año pasado que le pusieron dos en cuatro meses de diferencia por exceso de velocidad (por poco) y en el mismo trayecto, y este sábado cuando fuimos a llevar a mi cuñado a su lugar de vacaciones fuimos todo el camino mirando donde podían estar los puñeteros radares y claro, los encontramos.

Es normal que nos pongan multas a nosotros y a todo aquel que vaya por primera vez y segunda por ese trozo de carretera; hablo del trozo entre Huesca/Barbastro y Barbastro/Huesca. Esta el radar justo pegado el cartel de prohibición de ir a más de 70 Kh. y claro así cualquiera, a lo quieres bajar de velocidad, ¡zas! multa que te crío, porque seguro que como nosotros, van todos a 90-100 y a lo que quieres bajar ya te han hecho la foto; muy bonita eso si, se ve perfectamente la culera de tu coche con tu correspondiente matricula y la pegatina muy hermosa ¡mecaguenla!; el año pasado fue por que íbamos a 89, espero que este año que seguro que nos cae alguna, sea por haber pasado por el cartelico a 80, por que fuimos mas despacio que yendo en burro; mi sobrino se quejaba de que íbamos muy despacio; como yo pensé recorcomiéndome, “encima de que te tengo que llevar y pasar calor, que no tengo ganas, tendré que pagar otra multa”.

De todos modos, qué manera de robarnos y encimas sin poder quejarte, porque cualquiera se queja a esa jerarquía. Y lo jodido (huy, perdón) es que encima quien se equivoca eres tú.

Castigamos al turismo con precios caros y luego nos quejaremos

Ayer nos fuimos al Pirineo a llevar a mi cuñado a Ligüerre de Cinca, pueblo reconstruido por la UGT como “Ciudad de Vacaciones” cuando el Pantano de El Grado inundó sus tierras de labor, lugar de vacaciones que para sus socios ofrece con un 20 % menos de precio que para los demás mortales, pero que para los no afiliados supone 700 euros a la semana en verano.

Y la verdad es que de barato casi nada de nada. Sí, las casicas —bungalows— de madera están bien pero hace un calor de la muerte, tú te vas, convencido de que en el Pirineo hace fresco y yo ayer pasé mas calor que en mi casa; cierto, yo tengo aire acondicionado, pero es que allí no hay ni un triste ventilador, por la noche a lo mejor se esta bien, pero por el día de verano duro no se lo recomiendo a nadie.

Luego están los restaurantes de la zona, carísimos para ser una zona en teoría barata, tanto allí como en los pueblos que hay alrededor. Luego se quejaran de que hay poco turismo; turismo si que hay, pero con su nevera y su comida para pasar el día, porque lo que no puede ser que te cobren entre 15 y 27 euros por menú del día. Con una ensalada de tomate y un poco de atún, dos trozos de pollo con verduras, y una cuajada, a mi me parece abusivo pagar 15 euros, y encima calor y servilleta de papel fino; ya no me pillan más, bueno si, el próximo sábado que tenemos que irlos a buscar, pero ya le he dicho a mi santo marido, los recogemos y a comer a casa o a un restaurante de Zaragoza, que son más baratos. Que esa es otra, encima me quedo sin mi siesta, y por ahí si que no paso; para mi la siesta es sagrada, como el cafecito que me tomo a mitad de mañana.