Pues aquí estamos, como todos los días y casi con los mismos dolores, por no decir mas. Ahora mi santo esposo tiene también conjuntivitis, todos los ojos ensangrentados, parece un zombi, ya no hacemos de la suma de los dos uno, si no medio, y eso que estamos los dos bien robustos, pero es todo fachada.
Con lo que te cuesta ganar las cosas en la vida y en un segundo las puedes perder. Cuando pienso, que nos podíamos haber muerto me pregunto para qué me sirve estar haciendo dietas, así que de momento y sin pasarme mucho, todos los días me como mi heladito de postre después de cenar, que engorda lo sé, que va mal para el azúcar también lo sé ¡y qué!
De momento me doy unos días de respiro y cuando se me pase el dolor que tengo, tanto del cuerpo como del alma, volveré a la vida real. Que lo estoy haciendo mal por dejarme, lo sé, pero ya vendrá el invierno y no podré comer helados. La salud es lo más fundamental de la vida.
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