Pues hoy para ser San Valentín, a mis hijos mayores les han dado un mal regalo. Hemos ido al Hospital y digo hemos por que les hemos acompañado al mal trago, pues como ya suponíamos el resultado de la biopsia no era todo lo bueno que esperábamos.
Y así ha sido. Pero ahí estamos la familia, para ayudar en todo lo que haga falta. Esta enfermedad que nos da miedo nombrarla, cada vez nos quiere más y le gusta estar entre nosotros, o mejor dicho acompañando a algunas personas familiares, conocidos o amigos. En este caso parece que se ha cogido a tiempo y podremos con ella, faltaría mas.
Aunque ya entiendo que el que más tiene que hacer y poder es el propio enfermo, pero con una buena familia y los amigos alrededor, seguro que vencemos entre todo “a la bicha”.
Hoy, por de pronto, vamos a celebrar San Valentín como si fuera un día de amor que lo es, y mañana será otro día. Hay que vivir el presente y cada momento del día.
Y mañana nos proponemos ser capaces de tener todas las fuerzas del mundo para vencer el pesimismo y las dudas, para luchar entre todos contra la enfermedad y los temores. Para eso somos aragoneses y muy cabezones.
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