Pues hoy he venido muy contenta de la manifestación contra la Reforma Laboral. Hemos estado miles de personas de todas las edades, y tan importante es el número como la gran variedad de gente que había. Aunque podía haber más jóvenes de esos que hacen botellón, si, de esos he visto muy pocos. Me supongo que estarían durmiendo la borrachera.
Pero bien, no voy a quejarme, hemos estado los que hacia falta que estuviéramos. Hasta de los pueblos cercanos han venido y eso está muy bien. He visto gente que hacia años que no veía y hasta mi primo del pueblo que hacía meses que no veía —pero sí hablo por teléfono—; me lo he encontrado con casi toda su familia, qué alegría me ha dado, solo por eso ha merecido la pena el dolor de rodillas que me ha creado, el estar tanto rato de pie sin andar.
Muchos, si, y eso que en la plaza del Pilar había fiesta para los críos por los carnavales y también estaba llena, y además faltaban los que ensayan con los tambores para Semana Santa, podían haberse venido con los tambores para hacer más ruido. Aunque mi santo que es muy quisquilloso me ha dicho que los de la Semana Santa no son muy dados a ir de manifestación con los sindicatos, que digo yo, habrá de todo ¿no?
Pero bueno no me quejo. Ahora dicen que el 29 de este mes, otra, pues nada ahí estaremos. Pero un consejico, anda majos, no abuséis mucho, que la gente es muy floja y se cansa enseguida.
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