Bueno pues la nueva cuñada ha resultado ser una persona muy agradable y normal, vamos como nosotros, nada de estirada.
Incluso simpática y alegre pero sin pasarse, natural como el agua de litines. ¿El agua de litines es normal?
Al principio estaba un poco asustada, ella misma lo dijo, pero enseguida rompimos el hielo todos y fue una noche muy agradable. Hoy he amanecido ronca de lo que hablé ayer, de lo que nos reímos todos, y sobre todo del humo del tabaco de los bares, que se sigue fumando y mucho en todos los sitios.
Bueno pues eso que la cuñada de momento bien, es una chica bastante más joven que nosotros, pero debido a su anterior separación matrimonial, lo ha pasado bastante mal y es muy madura y con los pies en la tierra, nada que ver con la anterior esposa del hermano de mi santo; la noche y el día.
También es verdad que ya que mi cuñado cambia de pareja, que sea algo distinto a la otra, está bien ¿no?.
En resumidas cuentas, que la primera impresión ha sido buena, otra cosa será como le hayamos caído nosotros a ella.
¡Ah! y no me hizo falta tomarme nada para poner cara de escenarios alegres, creo que estuve a la altura de las circunstancias, pues nos reímos mucho todos y el reírse cura y calma todo tipo de enfermedades y miedos.
NOTA.: Duro muy poco la cuñada, como un azucarillo dentro de un café bien caliente. No creo que fuera por nosotros, digo yo, pero el caso es que me he quedado sin cuñada simpática. Cagüanla.

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