Hoy, como desde hace ya 10 años, estoy viendo la gala de Gran Hermano, y os preguntareis cómo es que una señora como yo, ve estas cosas; pues porque me gustaba, y digo me gustaba por que este año no sé quien habrá hecho el casting, pero la verdad, dejan bastante que desear todos.
Si todos estos medio imbéciles de concursantes, nos tiene que secar de la crisis o nos tiene que ayudar en algo, creo que lo tenemos como que bastante difícil. Yo no es por insultar a nadie pero parecen bastante peores que las personas enfermas que trata en su trabajo nuestra buena amiga “la Pueyo” —pues ese es el apellido que tiene, y que para diferenciarla en el colegio de mi hija, que se llaman igual las dos, la llamamos por el apellido—.
Bueno, para que os hagáis una idea, estudió terapia ocupacional; eso quiere decir que trata con personas diferentes, síndrome de Down, parálisis cerebral, personas mucho más encantadores que todos estos, que este año están en esta casa como perdidos, ¡anda que sí que tendría trabajo la Pueyo en esta casa!.
Menos mal que mis hijos no son así de insípidos y bobos y casi todos los hijos de mis amigos tampoco. Y qué decir de la Mercedes, la presentadora, que esa es otro capítulo aparte. Qué prepotencia y comportamiento tan infantil, ¡dios!
Creo que estamos muy pocos normales o a lo mejor soy yo la anormal, ¡huy qué lío!. Se nota que ya tengo sueño. Buenas noches o buen día, depende cuando leáis esto. Me voy destrozada por tanto tonto que hasta se dejan utilizar por un programa de anuncios millonarios.

Ni más ni menos deplorable que las otras once ediciones anteriores.
ResponderEliminarCambia de canal, lo agradecerás.