17 nov 2010

La soledad es maravillosa cuando se está acompañada

Estoy toda tarde sola, ya que mis dos hombres se han ido, uno a la universidad y el otro de reunión de no sé qué cosa (bueno lo sé, pero son cosas suyas y no quiere que se cuenten, je, je).
El caso que tenía ganas de quedarme un rato sola, pero ahora que llevo cuatro horas sola con el perro, se me está haciendo la tarde larguísima, y encima como esta lloviendo no puedo ni irme a pasear con él.
Con las ganas que tenía de estar sola, y ahora estoy deseando que venga alguien. ¿Hay alguien hay afuera?
Nunca estamos a gusto con lo que tenemos ¿por qué será? Como me aburría me ha dado por limpiar a fondo el cuarto de mi hija, que aunque ya no vive con nosotros siempre seguirá siendo “su” cuarto, y sigue llena de trastos de ella. Libros, muñecas, peluches, zapatos; ósea como si no se hubiera ido. Y ¡ojo! ni toques, ni tires nada, tiene que estar todo como lo dejó, si no cuando viene, bronca; según ella esta es y será siempre “su” cuarto y punto pelota. Pero la que tiene que limpiar soy yo. Y qué no vas a hacer por los hijos, pues todo.
Los padres nos solemos quejar de ellos pero con la boca pequeña, por lo menos yo, ¿qué seria mi vida sin ellos,? pues nada. Y sin mi santo menos.
Pues mira, que se me ha pasado media hora en un santiamén. ¡¡Fíjate!!

1 comentario:

  1. Admitamos que cuando estás aburrida limpiar el que fuera mi cuarto es un entretenimiento. Yo cuando voy, lo desordeno un poquico para que si un día te aburres lo limpies y te acuerdes de mi. :)

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