1 nov 2010

La nieta del dictador trabaja ahora de salir en la televisión. Tiene tela.

No entiendo nada de nada. O casi. Resulta que nadie estábamos a favor de Franco (o casi nadie). Nos alegramos mucho cuando se fue a otros mundos para joderlos. Pero resulta que a la “nietísima” la tenemos en todos los sitios y a todas las horas.
Yo no digo que desterremos a toda la familia, por que también es verdad que lo que hacen unos no lo van a pagar los otros, pero de ahí a que la tengamos hasta en la sopa y encima le rían las gracias, pues la verdad no me parece bien.
Tan pronto está en una cadena como en la otra poniendo a parir a la contraria, y mientras ella se lleva los dineros fácilmente. Luego se meten con la Esteban de que cómo gana su dinero, ¿y esta otra?, ¿qué hace?, pues vivir del cuento, está en todos las saraos que hay en donde se cobra por posar.
Y una cosa es verdad, que con los años que tiene (o me parece a mi que tiene muchos) marcha también tiene mucha. Es verdad, que trabajar, lo que se dice trabajar, pues como que poco. Tanto ella como todos esos que salen siempre de fiesta en fiesta, muy cansados de trabajar como que no están, seguro que ninguno tiene que madrugar, ni poner ladrillos, ni pasar frío en invierno, ni calor en verano.
Pero una cosa os digo, no tengo ni pequeña envidia de ninguno de ellos y menos de esta señora, pues no estoy yo poco “agustico” haciendo lo que me sale el moño (que no tengo) sin se te entere nadie.

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