Tenemos una amiga que es escritora, y entre otras obras ya publicadas ha escrito una obra de teatro, para representarla ayer, día “Contra la violencia machista”.
Hasta aquí todo normal, lo anormal fue cuando llamó a mi santo, para decirle que necesitaban con un urgencia a un actor masculino, pues todo eran mujeres.
Y allí que estuvo mi santo ayer, cumpliendo con los amigos.Menos mal que aunque todo eran mujeres le tocó un papel de hombre bueno.
Era teatro leído, que yo no sabia ni que existía esa formula, pero la verdad es que resulto muy interesante. Y mi santo estuvo muy bien. Su papel era corto, salía al final de la obra pero muy de protagonista, para algo era el amigo de la escritora.
Era una obra organizada por la asociación de mujeres de nuestro barrio, y la obra se hizo en el salón de actos que tenemos en él.
Bueno, lo hizo tan bien (y no es pasión de esposa), que ya lo querían fichar para otros actos; dijo que no, pero yo creo que con la boca pequeña.
Como me lo jubilen ya lo veo yo de actor de teatro por pueblos y barrios. El caso hacer algo, y si le gusta ¿por qué no?. Además como no tiene nada de vergüenza, le viene de perlas. Y a sus años qué vergüenza va a tener, si nunca la ha tenido.
Bueno de joven si, pero ya la perdió hace muchísimos años, cuando siendo miembro del AMPA(antes APAS ), le tocó empezar a relacionarse con los ayuntamientos y esos cosas que hay que hacer cuando te implicas en algo, y oye, vaya lo bien que le vino.
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