14 abr 2012

Una mala semana para la caza de la perdiz real en España, mecachis

Voy hablar de lo que está comentando la gente esta semana y más este fin de semana tan nefasto para el oficio de cazador ¿es un oficio o un vicio? Entre el disparo del nieto y la caída ahora del Rey mientras buscaba elefantes cojos, ya tenemos tema de conversación en todos los programas del corazón. ¿De verdad tenemos que tener monarquía para ahorrarnos a los guionistas de la televisión? 

El niño decía, gritaba incluso: —no se lo digáis al abuelo, que se enfadará— y por qué, si el abuelo estaba haciendo lo mismo, cazar. 

¿No dicen que los niños hacen lo que ven a los mayores? pues ahí lo tienes, si el papá caza y el abuelo también caza, es normal que cace el crío aunque tenga 13 años, y ya se sabe que quien con fuego juega, se quema o se mea en la cama, pues eso ha pasado (que se ha quemado un dedo gordo y real); si estaban jugando con escopetas, pues ahí estaba el disparo, que cayó donde menos se esperaban y encima vamos todos y nos enteramos que el crío jugaba con esas cosas con el consentimiento del papá. Nada, como ha dicho el tío, es cosa de críos. Se refería al padre, claro.

Según la Reina, esto del disparo en la pata es lo que les pasa a todos los niños —sobre todo a esos niños soldados de los países que están en guerras. Pero nos echamos las manos a la cabeza y todos comentamos qué barbaridad, el niño, que vaya “pezolaga” debe ser, con la escopeta, pero… ¿cuantos en los pueblos nos han ido a coger pajaricos con la escopeta de perdigones?, ¡¡eh!!

De todos modos se ve que es una familia como muchas, de lo más normal anormal, cada uno por su lado y sin mirarse a los ojos; el uno cazando en un país que parece de Película en blanco y negro, la otra en su tierra natal con sus familias y hablando griego que es lo que le gusta y con pocas ganas de ver al marido herido, los de “Guasintón” ya sabemos a que se dedican, la otra se ve muy buena chica pero más sota que la de bastos, y el único que se salva un poco es el Principito y ya veremos si cuando menos lo esperemos nos sale algún cocón escondido. Acojonado debe estar de su familia.

Nos quejamos de Zapatero, de Rajoy, los ponemos verdes, pero ¿y a todos estos, donde los ponemos en la carta de colores? Somos unos venditos los españoles, nos dan por todos los lados y lo único que hacemos —a lo más, más— es enfadarnos con los mas allegados, que son los que menos culpa tenemos de estas cosas. ¿Qué opinarán los elefantes de todas estas historias?

No hay comentarios:

Publicar un comentario