No me extraña que a veces nos digan que estamos todos como el tiempo: locos, revueltos, te ha dado un aire, y todas esas cosas simpáticas que se dicen. Pero es que la última semana de junio tenías que dormir con todo bien cerrado y el ventilador encendido para que con las ventanas abiertas no te entrase la calor de la calle y esta noche en cambio las hemos tenido que cerrar del fresquito que hacía y el aire que se llevaba todo a su paso.
Mi santo tapado hasta la cabeza, que yo he pensado ¿habría oído algún batallón de mosquitos y por no levantarse a por el “Fuss Fuss” se había tapado la cabeza? Luego ya me ha dicho que no, que es que tenia frío: —¡frío en julio!
En fin, que así andamos todos como andamos, locos perdidos. Por que otra cosa tengo que decir, en invierno pones la calefacción y el calorcito, aunque la apagues a las diez de la noche, te dura con la casa calentita casi toda la noche, en cambio el aire acondicionado en cuanto lo quitas, ves como empiezan a subir los grados con una facilidad que ni los corredores de la maratón de mi barrio corren tanto.
Pero bueno, por mi que se quede así de fresco hasta octubre y luego si quiere que haga calor, así ahora me ahorrare la luz que gasta el aire acondicionado y en invierno la calefacción. Aunque también es verdad que no hay que pasarse, y tiene que hacer en cada estación su correspondiente temperatura, para que los cuerpos vayan un poco bien, y por que hay que dar gusto a todos. A mi no me gusta la piscina pero sí el mar, y un bañito en el agua cuando hace calor va de maravilla.

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