Bueno pues ya me han llamado a la puerta como tres cuadrillas de críos disfrazados de monstruos, pidiendo cosas por Halloween; como me lo imaginaba por que soy muy lista, yo ya tenia caramelos preparados.
Espero que no vengan más, por que se han acabado los caramelos, eso si, se han debido de juntar dos cuadrillas por las escaleras y están armando mucho barullo, pronto se quejaran los vecinos. Ahora bien eso no quiere decir que aunque les haya dado cosas y no me importe que los críos se diviertan, esté de acuerdo con la fiesta de Halloween.
Nos quejamos de que los americanos tal y cual pero luego nos falta tiempo para copiar de ellos todo lo que nos interesa. La verdad es que se lo curran (los chavales) y van todos muy bien disfrazados, bueno se lo curran las madres que son las que en el caso de los pequeños preparan los trajes. Cada año son más, ya el año pasado vinieron pero solo unos vecinicos, este año, aparte de los mismos vecinos pero con más cuadrilla, otros dos grupos.
Mañana lo volveremos a celebrar —el día de todos los santos, digo— volveremos porque hoy lo hemos celebrado con mis hijos los mayores, ya que mañana aunque sea fiesta abren los centros comerciales y a mi santo yerno le toca trabajar (según sus jefes es el día que mas se vende del año), así no se puede perder el curro, y para nosotros pues hoy dulces y mañana también. Qué le vamos hacer, todo sea por los muertos ☺ y por los vivos también.

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