Pues, ya se ve que este no es nuestro año. Hoy han despedido a mi santo marido. Cuarenta años trabajando y para nada, como lleva de baja médica unos cuantos meses pues ya no interesa. Pues nada una experiencia nueva ya que nunca ha estado en el paro desde los 14 años que lleva trabajando.
Él nos da los ánimos que le tenia que dar yo. La vedad es que después de tanto tiempo trabajando sin descansar, incluso años sin vacaciones, pues ahora descansara un poco. Aburrirse no creo que se aburra ya que es muy activo, y siempre está con una cosa o con otra. Pero, claro le ha pillado en la peor edad (54 años), todo lo que ha cotizado como si no lo hubiera hecho. El ha cotizado para los demás y ya veremos qué es lo que le queda a él. Por otro lado, mi hija trabajaba estos meses de invierno vendiendo polvorones en un gran Centro Comercial. Este año tampoco la llaman porque el año pasado pidió lo que le correspondía, y claro no quieren gente que les cante las cuarenta; ya le dijeron —mejor las extranjeras que esas se conforman con lo que les das.
Así que no es por quejarme pero ya veis cómo puedo estar.
La verdad es que llevaba unos días muy contenta y ya sabía yo que por algún lado tenía que venir algo, y así ha sido. Por eso no me gusta estar contenta y alegre, por que al final todo se vuelve al revés.

No pasa nada, esposa, no nos quitarán lo sesencial, la libertad de lo importante, el valor de la vida.
ResponderEliminarHay qe sacar cuentas y recuperar la vida. Puede ser una nueva libertad, una oportunidad de encontrar el oro perdido, una puerta que se abre para seguir buscando la felicidad.
Nunca se sabe cómo terminan las buenas películas.