Yo quiero ser canaria, y si no es posible, al menos andaluza en invierno

No estoy nada inspirada para contaros cosas; debe ser las nieblas que tenemos en esta ciudad, que mientras que en toda España está el sol, aquí ya llevamos unos cuantos días que no sabemos si existe. No tenemos niebla, tenemos “nieblas” pues las hay que lloran, que quitan la luz y están muy bajas o simplemente altas y que nos tapan el sol como si estuviera nublado. Depende de horas va subiendo o bajando, para fastidiarnos.

Es como si estuviéramos en Londres. Pero en Zaragoza, que no es que se parezca en mucho, al menos en el color de sus taxis. 

Tenemos por las mañanas y la noche unas nieblas que no sabemos si es que llueve como en Bilbao —su famoso chirimiri—, si es que se están meando los angélicos del cielo —cabroncetes, unos pañales, por fa—, pero el caso es que esto es un asco para pasear o para algo tan sencillo como secarse la ropa. Tengo el piso con ropa extendida por todos lados para que se seque. 

Mi santo, que es muy listo el jeta, me dice que para qué lavo en estos días, ¿y cómo se yo cuando va a salir el sol?, pero si miro el tiempo en internet y me pone que hoy tenia que hacer sol del de verdad. 

A lo mejor en donde toman el tiempo puede que haga sol, por que están mas altos, pero en la ciudad junto al Ebro, pues como que se agarran las nieblas y no se nos van aunque soplemos todos a la vez. Y mira que cabezones somos, pero no hay rasmia.

En fin que en verano nos quejamos de calor y ahora de frío y nieblas. Eso, si la nieve por aquí asoma poquísimas veces. Que digo yo, que como importamos tan poco los aragoneses para todos los demás ¿no nos podrían los canarios comprar a todos nosotros por cuatro perras, e irnos todos hasta allí a pasar el invierno con ellos?, al menos que compren a los zaragozanos, que incluso molestamos un poco, je, je, al resto de aragoneses.