9 dic 2010

El cerebro complicado de los que leen mucho y además piensan


Por fin es jueves. ¿O tal vez es lunes?, vaya lío que llevo. Lo que si sé es que empezamos a ir de médicos, con lo poco me a mi me gusta esto. Por la mañana a pedir la baja de mi santo, por la tarde al cardiólogo. A la semana que viene lo mismo, pero cambiando por oculista y a la otra semana un médico nuevo, el neurólogo que le mirará la cabeza por dentro y por fuera, digo nuevo por que en este todavía no hemos estado. ¿Le verá los pensamientos flotando por los sesos?, lo digo por que igual se arma el médico un lío tremendo, pues mi santo es de los que son complicados de verdad, de esos que incluso leen y escriben, vamos de los que ya no quedan.
Creo que nos hemos recorrido casi todos los que hay menos los de las partes bajas. Pero gracias a ellos, de momento, solo tiene un poquito de cada cosa, pero no de preocupar. Con tratamiento lo va llevando (lo vamos llevando), él es mentalmente fuerte y puede con todo y con más.
Es el que más humor tiene, al mal tiempo buena cara. El caso es que con esa escusa hace todo lo que le apetece. Dice que sí a todo por si acaso, pero con la boca pequeña. ¡¡Por si acaso qué!!, le digo yo; mucha jeta es lo que tiene.
En fin y así vamos pasando los días, los años y lo que venga. Qué contenta estoy, se nota ¿verdad?. Gracias por leerme y por dejarme escribir, así me consuelo.

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