Mi santo, que es muy burro y lo que quiere casi siempre lo consigue, por mucho que lo disimule como que “me ha comprado” o yo que sé lo que se inventa para engañarme; el caso es que “se ha comprado” una tele para el dormitorio y claro, como él está un poco cegato (y sordo), la ha comprado muy grande (de 32pulgadas).
Para mi gusto grande, pero como dice él, “ande o no ande, caballo grande”, y todavía la quería más grande, pero un poco de caso sí me ha hecho, y menos mal, por que si no, me veo durmiendo en la cama de mi hija (que ya no está en casa).
Claro que tampoco habría problema, así no oiría sus ronquidos.
Pero entonces ¿si me voy a dormir a otro cuarto…, cuándo veo yo la tele si se supone que me la ha comprado para mi? ¿o se la ha comprado con idea para él?
Mejor no me cambio de dormitorio, lo pienso y me quedo donde estoy, ósea en mi cuarto, en mi cama, con mi tele y con mi santo varón, que aunque ronque y sea un poco “rarico”, es lo que más a mano tengo y es lo mejor que me tocó en el sorteo.

Veamos, cacho "penco", tenemos desde la cabecera de la cama a la tele unos 3 metros, distancia para una tele de 40 pulgadas.
ResponderEliminarY te la he comprado de 32.
PEEE QUEEE ÑAAAA
Por cierto, es tu TU TU TU TU regalo de Papa Noel.
Tú misma, chata
Es el regalo mio y tuyo, y como ayer estaba con descuento pues nos ha salido mas barata.
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