Hay que ver como abusan y se aprovechan estos día los bares y restaurantes, con lo de las cenas de Navidad. Mi hijo, que estuvo ayer con los compañeros de universidad, se supone que en un bar al que suelen ir muchas veces, estuvo de cena navideña; una engañifa como otra cualquiera. Y lo digo pues la cena fue de un poco de ensaladilla rusa, dos pechugas de pollo pequeñas con ensalada y patatas fritas, agua y sin postre, total 27 euros. Vamos, cena de “diseño” y de romperse los cascos el cocinero.
Eso si, barra libre después de la cena, que mi hijo como es tan soso y solo bebe zumos y cocacolas vacías le supo a “qué más me da a mi”.
Y no digamos lo del amigo invisible, fue invisible del todo, a él le toco un antifaz que desapareció en cinco minutos, o sea que ha venido a las tres de la mañana y más fresco que una lechuga.
Primero porque con agua y zumo, se calienta uno poco, y segundo por que le pagó prestada la cena a otro amigo por no sé qué rollos y no pudo coger un taxi para volver, por que se quedó sin dinero y se vino andando, con la noche que hacia de niebla.
Total, que le gusta poco salir de juerga pero con este plan es normal que no le guste. Dice que parecía que estaba en una jaula de grillos de lo que gritaban todos, vamos que se notó que es la alegría de la huerta, mi chico; ¿a quien se parecerá?, a mi no por que ya saben todos los que me leen, que yo soy muy alegre ☺.
Eso si, se lo pasó “chupén de lerén” gastándose bromas suaves y riéndose. Pero de sexo nada de nada. Esta juventud o “sexea” mucho o no “sexea” nada. ¿Y si me estuviera mintiendo con cara de buena persona?, ¡¡¡hay, hay hay!!
Desgraciadamente vivimos en una sociedad erotizada en la que al sexo se le dá más importancia de la que tiene.
ResponderEliminarParece que el follar mucho o poco te hace mejor o peor y en absoluto es así.