Nos hemos levantado como nos fuimos a la cama. O peor. Los controladores aéreos quieren tener también fiesta el puente de la Constitución y nos han hecho una buena jugarreta. Yo entiendo que controlen los aviones o los aeropuertos, pero que nos quieran controlar nuestras vidas, pues por ahí no hay que pasar. Bastante nos la controla la vida misma, para que ahora vengan estos señores y nos digan cuando tenemos que viajar o cuando no.
Yo que me iba a ir a dar la vuelta al mundo en estos cinco días, y va y no puedo. ¡¡Mecachisla!!
Ahora ¿quien me devuelve a mi esta ilusión que tenía? —pues eso—, porque aunque me devuelvan el dinero, estos días ya no los recupero.
Vaya faena.
Veré Callejeros y me ilusionaré viendo barrios de ciudades con problemas mientras me tomo en el sofá un gin tonic muy frío.
Estos que son controladores y ganan una pasta gansa según dicen, seguro que en su casa no controlan nada y quieren tomarse la revancha. Pero ya no es que no podamos viajar, es que también controlan los hoteles, con lo mal que está todo y siendo que estos días sirven en el turismo para así terminar más o menos bien el año; pues van estos señores y ¡ala!, que se fastidien los españoles que así ven el turismo jorobado, que es nuestra fábrica de hacer dinero.
¿Y no les podemos poner una demanda desde los hoteleros a todos los demás para que con su buen sueldo paguen las pérdidas que tengamos todos?.
Bueno más que a los hoteleros, fastidia a toda esa gente que seguro que el turismo habían cogido para trabajar estos días y que no lo van a poder hacer.
De todos modos para estar en crisis, mucha gente veo yo que se va de viaje, en cuento salen dos días seguidos de fiesta; será yo mal pensada, me digo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario