1 mar 2010

El sendero del ciclista asesino

Hoy, domingo, como hacia un buen día nos hemos ido andar por el campo, por esos caminos que hay rodeando a nuestros barrios, para andar tranquilamente.
Pero lo de tranquilamente es un decir porque tienes que ir casi con mas cuidado que por la ciudad, debido a el montón de bicicletas que hay los domingos por estos caminos.
Ya sé que todos tenemos derechos a ir por esos lugares, pero todos con respeto.
Íbamos con mi perro (el perro iba atado con su correa, no suelto) cuando se ha ido como es normal un poco fuera de nosotros, siempre con la correa, que le das un tirón y lo levantas en el aire, ya que es pequeño (4 kilos pesa el animalito), y ha venido un energúmeno (porque no se le puede llamar de otra manera), y como iba a toda pastilla en su bicicleta de diseño, ha tenido que dar un pequeño frenazo.
No quieras tu ver como se ha puesto, primero me quería pegar a mi, luego quería llamar a la policía, al final ha quedado todo en un susto; pero íbamos mi hija que ya es mayorcita (25 años tiene la niña y es como un armario de tres puertas) y yo que también estoy potente. El tontainas solo se ha concarado conmigo (debe ser que de estatura era la mas bajita de las dos).
¿Os imagináis que hubiera venido la Policía, ¡qué risa!. La verdad que en estos tiempos que corren a lo mejor la multa era para mi, por no ir por la izquierda por el camino del campo, vaya usted a saber.
La verdad que me he quedado con las ganas de comérmelo crudo, pero quita, con los nervios que hemos pasado mi hija y yo, ya tenemos bastante; ni por el campo se puede ir tranquilamente. El próximo perro que me compre será uno de esos que muerden en los tobillos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario