El salmorejo es una crema muy espesa que en Andalucía te la sirven o bien de primer plato o de aperitivo con trocitos de pan tostado para huntar. Con un vino fino, está de vicio, os lo aseguro.
En mi casa lo hace mi marido de manera fácil, para recordar sabores de nuestros viajes por Córdoba.
En una batidora americana, de las altas y grandes, aunque se puede hacer también en las de brazo, se pone una lata de medio kilo de tomate NATURAL sin semillas (mejor sería si es tomate natural bien rojo, sin piel y muy maduro, pero tiene más trabajo el plato), se pone digo, junto a un panecillo pequeño de pan, seco de unos días, mojado en agua hasta que se quede blando, y muy escurrido de agua para que no quede muy líquido.
Los puristas ponen solo la miga, yo pongo todo, pero para eso están los colores. Al final tiene que quedar un pure espeso, al contrario que el gazpacho, que es una sopa espesa.
Añado pues al tomate y al pan (más tomate que pan), un vaso pequeño de aceite de oliva, unas gotas de vinagre, un ajo pelado y troceado y en el último momento algo de sal.
Todo se bate y tritura muy bien, hasta conseguir una pasta densa, tipo chocolate espeso y de un color sonrosado pero tirando a bermellón. Si queda muy rosa es porque no tiene suficiente tomate y aceite.
Se sirve frío, con un picadillo de jamón o de huevo duro. También le pongo a veces algunas hierbas aromáticas y un poco de pimienta negra pero en muy poca cantidad.
¡¡¡Esto no se puede comer, que hoy tengo espinacas¡¡¡¡ Aunque tiene que estar de vicio. Lo probaremos.
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminarLo pruebas con un poco de pan tostado con una cervecitas o un vino blanco, y a chuparse los dedos.
Olvide comentarte que te he añadido a mi lista de blogs. Cuando quieras estás invitada a pasearte por mi el:
ResponderEliminarhttp://laesquinadeltuerto.blogspot.com
Un saludo