29 mar 2010

Los adolescentes. Esas personas que no son ni niños ni adultos.

Hoy vamos hablar de los adolescentes, esas mujeres y hombres que no son adultos todavía y que posiblemente además, tampoco quieran serlo.
Como ya os dicho en entradas anteriores, hemos estado en un hotel con estudiantes, los pequeños bien trastos pero sanos, pero los mas mayores, los adolescentes, se discriminan unos a otros incluso con crudeza y luego decimos que no somos racistas cuando nos preguntan. Algunos adolescentes son voluntarios de ONG pero luego con sus compañeros que no son guapos, delgados o pijos los dejan a un lado.
Me lo contaba mi hija en sus años adolescentes y a veces yo pensaba que no seria para tanto, pero lo he vivido y visto en primera persona, en el comedor o en las salas comunes del hotel; los guapos y chulillos todos juntos y los que no son así estaban en otras mesas como abandonados, aunque hubiera sitio en la mesas de ellos y casi los miraban y trataban con desprecio; ahí si que tienen un poco de culpa los profesores, que tenían que interceder bastante más.
Así que desde aquí os pido que seamos mas “Voluntarios”, voluntariosos y humanos con los que tenemos mas cerca, y después con los demás. No por ser guapos, delgados y llevar ropa de marca son más que los demás, que nunca se sabe las vueltas que da la vida y como terminaremos todos.

3 comentarios:

  1. Siempre ha habido el típico rarito en clase, aunque yo era el que estaba con los "raritos" y los "normales", en una posición de equilibrio complicada. Si veía al "normal" chulo metiéndose con el "rarito" tímido, procuraba buscar un equilibrio, evitando la confrontación. Por suerte, y en algunos casos, hubo uniones de amistad entre unos y otros, incluso ahora, con 40 tacazos, siguen de amigos. Juer, como pasa el tiempo

    ResponderEliminar
  2. Si, los años casi todo lo curan, pero lo cierto es que a muchas personas esas épocas las deja algo marcadas. Les resulta luego muy complicado abrirse y tener más amistades, ser más extrovertidos.
    En fin. ¡Snif!

    ResponderEliminar
  3. Los jóvenes son muy crueles, se de lo que hablo.
    Cuando estás en la edad de hacer amigos, si la mayoría te da de lado, te quedas solo, porque nadie quiere formar parte de una minoría para no tener problemas y a veces los que crees tus amigos también te dejan de lado.

    Patadas, insultos, robos, bofetadas, vejaciones... desprecio en una palabra hacia todo lo que rodea a una persona "normal", eso es lo que he pasado. Y la cosa se recrudece cuando hasta los propios profesores participan del juego, y se mofan de tí delante de los demás, por hacer la gracia.

    Cuando tienes 30 años, esto te crea desconfianza, y mucha inseguridad para relacionarte con los demás, y te crees además que eres como los demás te decían (engreida, millonaria, y subnormal) Aunque no sea cierto. Luego cuando crecemos los malos se convierten en jefes acosadores y los buenanzas en trabajadores de lestos jefes que también son capaces de destrozar a una persona por dentro.

    Hablo así porque conozco más de un caso parecido al mío. Por desgracia.

    ResponderEliminar