Hoy como todos los lunes, nos hemos ido de caminata, pero hoy ha sido especial. Aparte de que hemos andado más que otras veces, por un camino a orilla del rio, Ebro con un paisaje muy bonito, viendo meandros con mucha vegetación y aves de diferentes especies que en estas fechas viven en un paiseja tanc erca de la gran ciudad pero a la vez, tan escondido; al final de los 14 kilómetros hemos llegado al pueblo correspondiente, donde hoy nos tocaba comer allí, pero aunque somos andarines, que vamos con nuestros palos y nuestra mochila con el agua y el almuerzo, la comida la hemos realizado en el restaurante del pueblo, lleno de camioneros y trabajadores de los polígonos cercanos, que eso ha sido lo mejor de la mañana; unas lentejas guisadas muy caseras y unas manitas de cerdo con su tomate algo picante, su chorizo abundante y su pan de pueblo para poder untar. De postre un flan con nata y por supuesto el café. Total por 9,50 euros a escote, pues ha sido redondo, y a la vuelta el bueno de mi marido nos ha venido a buscar con el coche. Así que hoy, día contento, ¿pero habré perdido algo de peso? Creo que no, mucho andar pero lo hemos compensado con la comida casera de untar y chupar, pero que me quiten lo “bailao”, mejor dicho lo comido.
Claro que si pesáramos la carne que sale en dos manitas de cerdo, son escasos gramos ¿no? ¿Por qué engorda algo que es tan poco, tan bueno y además todo gelatina que tan bien va para los huesos?
P.D. La gaviota no es de hoy, no es de río, es de Cambrils

¿Así queremos hacer régimen?
ResponderEliminarPero tú sabes lo hipercalóricas que son las manitas de cerdo? y el tomate no digamos, encima con pan.
Pero bueno una vez al año no hace daño y total es bueno para los huesos, si ya lo dicen los abuelos, lo te arregla una cosa te estropea dos.